Acelerar la eliminación de enfermedades
Capítulo 5: Lograr la eliminación

Resumen
Desde que se puso en marcha la Iniciativa de Eliminación de Enfermedades, la OPS y sus Estados Miembros han documentado desafíos, enseñanzas y estrategias efectivas. El progreso sostenido requiere un enfoque polifacético. Los programas de eliminación de enfermedades que se centran en la participación de la comunidad, que abordan los determinantes sociales y ambientales de la salud, y que adaptan las intervenciones a los contextos locales pueden llegar a todas las personas y beneficiarlas más eficazmente. Al combinar recursos y abordar múltiples enfermedades desde una perspectiva sistémica, este enfoque busca alcanzar objetivos sostenibles de eliminación de enfermedades, al tiempo que promueve la equidad en la prestación de servicios y allana el camino para un mundo más justo y saludable para todos. La OPS y sus Estados Miembros pueden aplicar las enseñanzas de la iniciativa para seguir construyendo sistemas de salud resilientes que puedan mantener las capacidades y responder eficazmente a enfermedades emergentes y a desafíos futuros.
Impacto de la Iniciativa de Eliminación de Enfermedades
Si bien la Región de las Américas ha alcanzado hitos notables en la eliminación de enfermedades en los últimos decenios, persisten algunos desafíos, en particular debido a los reveses causados por la COVID 19. La Región puede aprovechar los éxitos del pasado utilizando las herramientas y estrategias disponibles, incluidos los programas de vacunación universal, las pruebas rápidas y en el punto de la atención, y conjuntos de servicios integrados, como la iniciativa para la Eliminación de la Transmisión Maternoinfantil Plus. A fin de alcanzar las metas de la eliminación de enfermedades es necesario recurrir a la administración masiva de medicamentos para enfermedades infecciosas desatendidas, adoptar medidas integradas para reducir la morbilidad y la discapacidad, y encontrar soluciones innovadoras para las enfermedades transmitidas por vectores. Las tecnologías avanzadas, como los aparatos de rayos X portátiles con inteligencia artificial, la telemedicina y las plataformas de vigilancia y diagnóstico de múltiples enfermedades, pueden aumentar la eficiencia de los recursos y mejorar los servicios integrados. La Iniciativa de Eliminación de Enfermedades ayuda a encontrar sinergias en estos recursos y estrategias en todos los programas de lucha contra enfermedades, fomentando la colaboración a nivel local y nacional para abordar las enfermedades transmisibles con el mayor impacto posible.
Invertir en la eliminación de enfermedades impulsa el bienestar de las personas, las comunidades, las naciones y las economías. Las intervenciones para luchar contra las enfermedades infecciosas desatendidas son muy costo-efectivas y generan un beneficio neto de alrededor de USD 25 por cada dólar invertido, lo cual se traduce en una tasa de rendimiento anualizada del 30%1. Se estima que el beneficio socioeconómico mundial de la eliminación de enfermedades como la lepra, la leishmaniasis y la enfermedad de Chagas asciende a USD 16.600 millones para el período 2021-2030, con una reducción adicional de USD 10.400 millones en los gastos de bolsillo2. El rendimiento estimado de cada dólar invertido en el diagnóstico y el tratamiento de la tuberculosis se sitúa entre USD 30 y USD 115, y la lucha contra la epidemia de la infección por el VIH podría evitar USD 24 000 millones en costos de tratamiento para el 2030 y generar un rendimiento 15 veces mayor que las inversiones3, 4. Cada dólar invertido en vacunación genera un rendimiento de USD 26,355.
La Iniciativa de Eliminación de Enfermedades es un llamamiento crítico a la acción para que los países hagan frente a las enfermedades transmisibles que más afectan a su población. Aprovechar la experiencia regional, impulsar la labor de promoción y la comunicación en los más altos niveles, y forjar alianzas sólidas, con la colaboración público-privada y la participación comunitaria, pueden tener un impacto significativo. La colaboración transfronteriza es fundamental para afrontar los desafíos en común, formar alianzas estratégicas con donantes, integrar las actividades de eliminación de enfermedades en la atención primaria de salud y aumentar la sinergia entre varios programas. Para lograr y mantener las metas de eliminación será indispensable usar herramientas y estrategias de efectividad comprobada. Es hora de aunar fuerzas para luchar contra las enfermedades transmisibles.
Principales retos
La OPS y sus Estados Miembros han señalado algunos desafíos que deben superarse para maximizar el potencial de la iniciativa. Entre ellos cabe señalar los siguientes:
Restricciones del financiamiento y los recursos
El financiamiento de la atención de salud ya es escaso y, en el contexto de las ENT, el cambio climático y otras necesidades emergentes en la esfera de la salud, el presupuesto destinado a las enfermedades transmisibles suele ser insuficiente. Otro desafío ha sido la ejecución de la iniciativa en los sistemas de salud que están organizados en torno a enfermedades individuales, con presupuestos programáticos separados para cada enfermedad. El financiamiento fragmentado y aislado reduce la eficiencia porque da lugar a la duplicación de tareas, una falta de coordinación, cargas administrativas, la fragmentación de la atención al paciente y menos flexibilidad para responder a los cambios en las necesidades de salud. Este enfoque obstaculiza la capacidad del sistema para brindar una atención integral y costo-efectiva, y responder a los desafíos de salud pública.
Inequidades en la salud
La distribución desigual de los recursos destinados a la atención de salud hace que persistan muchas enfermedades en las comunidades subatendidas, donde se forman reservorios que obstaculizan el progreso. El acceso limitado a los servicios de salud reduce la efectividad de las intervenciones de prevención y tratamiento en los grupos marginados, y retrasa la detección y la respuesta frente a los brotes. El estigma y la discriminación también pueden disuadir a las personas de hacerse pruebas y buscar tratamiento. Estas disparidades dan lugar a una cobertura incompleta de las estrategias de eliminación de enfermedades y exacerban los factores socioeconómicos que perpetúan la transmisión. En conjunto, estos problemas disminuyen el impacto de las actividades de eliminación de enfermedades.
Mantenimiento de la eliminación
La Iniciativa de Eliminación de Enfermedades no tiene como único objetivo lograr la eliminación, sino también mantener los logros alcanzados en el pasado. Sin embargo, abogar por esfuerzos sostenidos (por ejemplo, vacunas) puede ser difícil cuando la percepción pública del riesgo de enfermedad es baja. Se necesita un seguimiento constante para minimizar la amenaza de reintroducción. Por ejemplo, aunque la Región ha mantenido la eliminación de la rubéola y la rubéola congénita, perdió temporalmente la certificación de la eliminación del sarampión en el período 2013-2015 debido a los brotes que se produjeron en Brasil y la República Bolivariana de Venezuela. La integración de actividades de eliminación de enfermedades en sistemas de salud más amplios, en vez de depender de programas específicos para cada enfermedad, podría conducir a la obtención de compromisos a largo plazo. La incorporación de los objetivos de eliminación de enfermedades en las iniciativas generales de salud puede crear un marco resiliente para respaldar la capacidad de vigilancia continua y respuesta.
Compromiso multisectorial en relación con las más de 30 enfermedades y afecciones
Si bien los líderes de los países han asumido un compromiso con la Iniciativa de Eliminación de Enfermedades, la participación de las partes interesadas locales en un enfoque dirigido a múltiples enfermedades es complicada. Por ejemplo, la sociedad civil tiene una larga trayectoria de promoción de la causa en el ámbito de la infección por el VIH, junto con otras enfermedades muy conocidas, como la malaria y la tuberculosis. Sin embargo, esta labor de promoción se ha centrado tradicionalmente en enfermedades individuales, incluidos los determinantes sociales de las personas en mayor riesgo. En este contexto, instar a los promotores a que extiendan su labor a otras enfermedades —por ejemplo, las enfermedades infecciosas desatendidas y las zoonosis— puede ser un desafío.
Retos de la tecnología y la innovación
La eliminación de enfermedades en la Región de las Américas enfrenta importantes desafíos tecnológicos, entre ellos la investigación y el desarrollo insuficientes en función de las necesidades, y la falta de acceso a tecnologías sanitarias, como las que se necesitan para la vigilancia, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades. Además, aunque los avances en el campo de la salud digital son prometedores, persisten las dificultades de integración de datos y los problemas de interoperabilidad en los sistemas de información sobre la salud. La prestación de servicios se ve obstaculizada por las limitaciones de la capacidad de diagnóstico y vigilancia (especialmente en zonas remotas), la falta de integración de los sistemas de laboratorios de salud pública, la resistencia a los antimicrobianos y las deficiencias en la infraestructura de telemedicina. La Región también tiene dificultades para usar inteligencia artificial y el aprendizaje automático en la atención de salud. Persisten los problemas logísticos y de gestión de la cadena de suministro, incluidos los problemas para realizar proyecciones y los desafíos relacionados con el almacenamiento y la distribución. Además, muchas tecnologías sanitarias esenciales no están ampliamente disponibles o son inasequibles para su uso generalizado.
Migración
Las disparidades económicas, la inestabilidad política, la violencia y los problemas ambientales impulsan la migración en la Región de las Américas, que presenta diversos patrones de movimiento dentro de los países y entre ellos. Esto plantea dificultades para la gestión de las enfermedades transmisibles porque posibilita la transmisión transfronteriza e interrumpe el tratamiento en curso. Las personas migrantes a menudo tienen poco acceso a atención de salud, lo cual conduce a brechas en la vacunación y aumenta los riesgos de transmisión debido a las condiciones de vida en tránsito o en asentamientos temporales. La vigilancia eficaz en las comunidades migrantes sigue siendo difícil. Los efectos del cambio climático, las barreras culturales y lingüísticas, los sistemas de salud sobrecargados y las cuestiones relacionadas con la condición jurídica complican aún más las medidas de control de enfermedades infecciosas. Estos factores interconectados influyen colectivamente en la gestión de la salud pública tanto en las zonas de origen como en las de destino.
Acelerar la agenda
La OPS y sus Estados Miembros han señalado las siguientes formas de garantizar que se siga avanzando hacia los objetivos trazados para el 2030.
Abogar por un apoyo político y financiero continuo
La propia Iniciativa de Eliminación de Enfermedades ofrece una visión compartida a la Región. Los Estados Miembros han usado esta plataforma para abogar por un amplio apoyo de instituciones públicas y asociados multisectoriales, pero aún queda mucho por hacer. Desde que se reactivó la iniciativa en el 2023, se ha recuperado el impulso. La promoción continua de los ambiciosos objetivos de la iniciativa es crucial para obtener más apoyo. Los promotores pueden aplicar las enseñanzas de la pandemia de COVID-19 para subrayar la importancia de la eliminación de enfermedades y el fortalecimiento del sistema de salud. Además, los Fondos Rotatorios Regionales ayudan a garantizar el acceso a tecnologías sanitarias asequibles y de buena calidad.
Fortalecer la participación de la comunidad
Para hacer frente a los desafíos de la Iniciativa de Eliminación de Enfermedades, la OPS y sus Estados Miembros deben integrar a las comunidades y a la sociedad civil en todos los aspectos de los programas contra las enfermedades transmisibles. Este compromiso garantiza que las estrategias sean pertinentes para la comunidad local y cuenten con su respaldo. Las comunidades pueden proporcionar información sobre los estigmas culturales, las razones de la subutilización de ciertos programas (por ejemplo, las vacunas) e ideas para impulsar la participación. Es esencial desarrollar la capacidad de los equipos locales para recopilar información a nivel comunitario e incorporarla eficazmente en estrategias de salud más amplias.
Mejorar los servicios interculturales
Los factores sociales y ambientales influyen mucho en la transmisión de enfermedades, y por eso se necesitan estrategias que aborden las causas fundamentales de las disparidades en la salud. Es fundamental dar prioridad a las comunidades marginadas, para lo cual se necesita una comprensión de los distintos matices de la equidad en la salud. Ofrecer servicios culturalmente pertinentes, afrontar cuestiones como la reticencia a la vacunación, abordar la situación de las poblaciones transfronterizas y migrantes e incorporar la medicina tradicional cuando corresponda son medidas que garantizan que los servicios de salud sean más accesibles y aceptables para diversas comunidades. Las estrategias deben adaptarse a la ubicación y a las vulnerabilidades propias de diversos entornos, como los barrios marginales.
Fortalecer la aplicación de la estrategia de atención primaria de salud
La adopción de un enfoque de atención primaria de salud puede acelerar el progreso hacia la eliminación de enfermedades por medio de servicios de salud integrados, haciendo hincapié en el primer nivel de atención, las funciones de salud pública, las políticas y la acción multisectoriales, y el empoderamiento de las personas y las comunidades. El primer nivel de atención es la forma más eficaz de proporcionar acceso a la prevención, la detección temprana y el tratamiento de enfermedades. Puede ayudar a mejorar el acceso de la comunidad a las intervenciones en la salud, extender los servicios a zonas subatendidas y eliminar varias enfermedades simultáneamente. La estrategia de atención primaria fortalece todo el sistema de salud al mejorar la realización de pruebas y el rastreo de enfermedades, la gestión del suministro de medicamentos, los sistemas de datos y los sistemas de derivación de casos, entre otros aspectos.
Trabajar con asociados de todos los departamentos y sectores
La Iniciativa de Eliminación de Enfermedades no es un esfuerzo aislado de equipos especializados, sino un enfoque integral que requiere la pericia de diversos campos y asociados. Además de los sectores no gubernamentales, para eliminar enfermedades también se requiere el trabajo conjunto de varias instituciones públicas a nivel nacional y subnacional. Esto puede plantear dificultades, ya se suele considerar que los asuntos relacionados con la salud son responsabilidad exclusiva del ministerio de salud o de las autoridades de salud locales. Sin embargo, elevar la agenda de eliminación al más alto nivel gubernamental puede conducir a un compromiso más amplio de otras instituciones públicas, como los ministerios de economía y finanzas, comercio e industria. La participación de gobernadores y alcaldes es fundamental para potenciar la respuesta intergubernamental a fin de tener en cuenta las necesidades de los grupos afectados en su contexto. Los enfoques innovadores, como el aumento de la producción regional de insumos, requieren colaboración con el sector privado, otros ministerios de gobierno y asociados comerciales. Es fundamental aprovechar las estrategias que ya están en curso, como la participación de comunidades y municipios saludables, para reforzar la gobernanza, el liderazgo y la rectoría a nivel local. Cuando todas estas instituciones se apropian de la iniciativa, la incorporan en sus estrategias y agendas y la aplican de abajo arriba, las prioridades de la eliminación de enfermedades se convierten verdaderamente en prioridades de toda la Región.
Transformación digital del sector de la salud
La transformación digital es crucial para aumentar el impacto de la iniciativa. La OPS y sus Estados Miembros deben aprovechar las herramientas digitales para mejorar la eficiencia y el alcance de los programas contra las enfermedades. Esto incluye el establecimiento de sistemas de información de salud interoperables, plataformas de telesalud y aplicaciones móviles para mejorar la recopilación de datos, el seguimiento de pacientes y la prestación de servicios, especialmente en zonas de difícil acceso. Invertir en infraestructura de salud digital y desarrollar la capacidad del personal de salud para usar estas herramientas de manera eficaz fortalecerá la toma de decisiones y mejorará los resultados de salud como consecuencia del fortalecimiento de la recopilación, el análisis y el uso de los datos. Las herramientas digitales también pueden mejorar las redes comunitarias, a fin de que los mensajes de salud pública, los servicios y las medidas de prevención sean más accesibles, incluso en los grupos remotos o subatendidos.
Garantizar el acceso a nuevas tecnologías
La OPS y sus Estados Miembros pueden impulsar la eliminación de enfermedades promoviendo el uso de innovaciones en el primer nivel de atención y abordando las inequidades que afectan el acceso a las tecnologías. Los principales avances tecnológicos incluyen sistemas mejorados de vigilancia digital en tiempo real, diagnósticos mejorados con pruebas rápidas y plataformas para múltiples enfermedades, control avanzado de vectores (por ejemplo, genética dirigida y ARN mensajero), telemedicina ampliada, técnicas de autocuidado para la detección y el tratamiento tempranos, y realidad virtual para la capacitación de trabajadores de salud. Estas tecnologías pueden mejorar el seguimiento, el diagnóstico, el tratamiento y la prestación de atención de salud en la Región de las Américas.
Recuadro 7. Cooperación Sur-Sur en la Región de las Américas: el poder del panamericanismo
El espíritu de panamericanismo ha fomentado una sólida cooperación en la esfera de la salud pública en la Región de las Américas. Este enfoque reconoce que el progreso de una nación a menudo beneficia a todas las naciones, particularmente en la lucha contra las enfermedades infecciosas desatendidas que plantean riesgos regionales. Los países han recurrido al apoyo mutuo, el uso compartido de recursos y el intercambio de conocimientos a fin de hacer frente a los desafíos para la salud y fortalecer la solidaridad.
Las alianzas Sur-Sur a menudo implican la transferencia de conocimientos, el desarrollo de capacidades y la asistencia directa, en particular para la cooperación transfronteriza. Contribuyen al fortalecimiento general del sistema de salud, y los países aplican sus experiencias a los nuevos desafíos.
La cooperación Sur-Sur en el control de enfermedades ha cobrado impulso. Algunos ejemplos son los siguientes:
- Durante varios años, los países donde la malaria es endémica han colaborado con el fin de establecer un sistema para mejorar el desempeño y la competencia en microscopía de la malaria en la Región, basado en los puntos fuertes de los laboratorios de referencia y en los principios de creación de redes.
- México apoya las encuestas nacionales sobre la resistencia a los medicamentos contra el VIH al proporcionar asistencia técnica y sufragar los gastos de transporte y procesamiento de muestras para el genotipado del VIH.
- Brasil proporciona capacitación y apoyo técnico, así como donaciones de medicamentos antirretrovirales, a varios países de América del Sur.
- Cuba ha capacitado a muchos profesionales médicos de la Región y ha enviado profesionales médicos para apoyar iniciativas de salud en varios países.
La OPS y la Iniciativa de Eliminación de Enfermedades sirven de plataforma para los países que siguen trabajando con este objetivo, a fin de facilitar el aprendizaje y la obtención de apoyo. Este enfoque garantiza el avance hacia sistemas de salud más sólidos en la Región de las Américas.
Crear sistemas de salud más resilientes y mitigar las amenazas de enfermedades futuras
A pesar de los reveses causados por la pandemia de COVID-19, la Iniciativa para la Eliminación de Enfermedades continúa impulsando el desarrollo de servicios de salud más integrados, eficaces, eficientes y equitativos en la Región de las Américas, con el objetivo de acelerar la eliminación de múltiples enfermedades. Para mantener la continuidad de los compromisos políticos y financieros de alto nivel, los Estados Miembros pueden adoptar un enfoque multisectorial que convoque a asociados de otros sectores fuera de la esfera de la salud. Usando el marco para la eliminación de enfermedades como guía, los países pueden adaptar intervenciones a contextos y comunidades particulares. El marco puede ser flexible y adaptarse a medida que surjan nuevos desafíos y enfermedades.
Para fortalecer las medidas de preparación frente a las enfermedades, la OPS y sus Estados Miembros pueden hacer lo siguiente en colaboración:
- mejorar la vigilancia de enfermedades mediante el intercambio de datos y la mejora de la tecnología;
- fortalecer los sistemas de salud, centrándose en el primer nivel de atención;
- reforzar las capacidades de laboratorio y diagnóstico para promover métodos nuevos y eficientes;
- invertir en investigación y desarrollo de vacunas, tratamientos y medios de diagnóstico;
- establecer redes sólidas para el rastreo de contactos, protocolos y la comunicación;
- invertir en salud ambiental para mitigar los efectos del cambio climático en la propagación de enfermedades;
- ampliar las actividades de “Una salud” para abordar los vínculos entre la salud animal y la salud humana;
- preparar a las comunidades con simulacros y educación sobre precauciones;
- invertir en educación para combatir la información errónea y mejorar la educación sobre la salud pública;
- cooperar a nivel interregional para garantizar el acceso equitativo a los recursos.
Al fortalecer los sistemas de salud para prepararse para futuras necesidades y brotes, la OPS y sus Estados Miembros pueden utilizar las enseñanzas obtenidas y ampliar las prácticas eficaces. Esto incluye abordar las inequidades con un enfoque centrado en la comunidad y en la persona que tenga en cuenta los determinantes sociales y ambientales, y que promueva una fuerte participación de la comunidad. A medida que se acerca el 2030, estos esfuerzos también proporcionarán un mejor apoyo a la Iniciativa de Eliminación de Enfermedades en general, a la vez que se apoya la colaboración regional para mitigar las futuras amenazas por enfermedades transmisibles. Si los Estados Miembros integran estas estrategias de preparación en los sistemas de salud existentes, se garantizará una priorización sostenible y coherente de la mejora de la vigilancia, la infraestructura y la preparación de la comunidad, incluso más allá de las situaciones de crisis.
Referencias
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TEMA ACTUAL
CAPÍTULOS
- Informe Ejecutivo
- Capítulo 1: Panorama de la Iniciativa de Eliminación de Enfermedades
- Capítulo 2: Progreso regional hacia las metas de eliminación de enfermedades
- Capítulo 3: Perspectivas sobre las intervenciones relacionadas con enfermedades específicas
- Capítulo 4: Acelerar los esfuerzos de eliminación de enfermedades en la Región
- Capítulo 5: Lograr la eliminación