 
        Perfil de país - El Salvador
Los perfiles de país de la plataforma Salud en las Américas+ se han elaborado a partir de los indicadores interagenciales disponibles hasta las fechas indicadas. Las fuentes pueden consultarse en este cuadro. En algunos casos, debido al proceso de verificación, los valores de los indicadores pueden diferir de aquellos más recientes disponibles en el país.
Determinantes sociales y ambientales de la Salud
El Salvador ha experimentado transformaciones demográficas y sociales que impactan directamente en la salud y el bienestar de la población. La población total pasó de 5,744,113 habitantes en 2007 a 6,029,976 en 2024 con un crecimiento del 4.98%; aunque el incremento absoluto es moderado, la estructura por edades muestra cambios relevantes.
Uno de los más significativos es el aumento de la población de 65 años y más, que pasó de 390,327 en 2007 a 637,024 en 2024, lo que equivale a un crecimiento del 63.20%. Este acelerado proceso de envejecimiento repercute en la demanda de servicios sanitarios y en la necesidad de políticas de atención integral a las personas adultas mayores. Por lo que, el índice de envejecimiento prácticamente se duplicó al pasar de 24.40 en 2007 a 49.00 en 2024, con una variación del 100.82%, ello significa que, por cada 100 personas menores de 15 años, hoy existen casi 49 adultos mayores, lo que transforma las demandas sociales y sanitarias del país.
La composición por sexo se mantiene con una tendencia similar, en la que la razón de mujeres por cada 100 hombres fue de 110 en 2007 y de 110.5 en 2024, con un incremento del 0.45%. Esto confirma un leve predominio femenino, especialmente en las cohortes de mayor edad.
Gráfico 1. Pirámide poblacional según edad y sexo de El Salvador, 2007 y 2024
Por su parte, el índice de dependencia se redujo de 68.6 en 2007 a 47.3 en 2024, equivalente a una disminución del 31.05%; este cambio refleja una mayor proporción de población en edad productiva en comparación con la población dependiente, lo que constituye una ventana de oportunidad demográfica.
La dinámica demográfica de El Salvador muestra dos tendencias clave. Por un lado, la población en edad de trabajar creció un 14.16% entre 2007 y 2024, pasando de 4.1 a 4.7 millones de personas. Sin embargo, dentro de este grupo, la Población Económicamente Activa (PEA) solo aumentó un 1.96% en un periodo más reciente (2019-2024). Por otro lado, y de forma simultánea, la esperanza de vida al nacer se elevó de 69.8 a 75.4 años entre 2007 y 2025, un incremento del 7.99% que refleja mejoras sanitarias y condiciones de vida. La combinación de un lento crecimiento de la PEA con una mayor longevidad sugiere un aumento gradual de la carga económica sobre la población trabajadora.
En el ámbito laboral, se observó una mejora en la tasa de desempleo, que se redujo del 6.30% en 2019 al 5.20% en 2023, lo que representa una caída significativa del 17.46%. A pesar de este indicador positivo, el mercado laboral aún enfrenta desafíos, particularmente en lo que respecta a la persistencia de la informalidad y la calidad general del empleo, sin embargo, se han implementado estrategias de reactivación económica que incluyen desarrollo productivo, atracción de inversiones, fortalecimiento de emprendedurismo, fortalecimiento de capacidades e incentivar la formalidad y calidad de empleo.
Los indicadores socioeducativos también muestran un progreso constante. El promedio de años de escolaridad aumentó de 6.2 en 2007 a 8.0 en 2024, un avance que fortalece la base de capital humano del país e impacta positivamente en la equidad social y las oportunidades de desarrollo. Este progreso se refleja en el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que pasó de 0.653 en 2007 a 0.678 en 2022 (Figura 2).
Figura 2. Índice de desarrollo humano en la Región de las Américas, 2022
Los indicadores de financiamiento en salud de El Salvador muestran tres tendencias principales. Primero, el gasto público en salud como porcentaje del PIB aumentó del 4.6% en 2017 al 6.1% en 2024 (dato preliminar)[Base Mundial del Gasto en Salud 2022, Cuentas de Salud UES-DIRPLAN-MINSAL, 2025]. Segundo, su participación dentro del gasto total del gobierno también creció, pasando del 16.5% en 2017 al 21.2% en 2024, lo que evidencia una mayor priorización fiscal hacia el sector. Finalmente, y como consecuencia de lo anterior, el gasto de bolsillo de los hogares en salud se redujo de manera sostenida, descendiendo del 37.3% en 2017 al 31.3% en 2024. Esta disminución ha aliviado la carga financiera directa sobre las familias
Si bien estos indicadores reflejan un entorno más favorable para el bienestar social y sanitario, persisten desafíos estratégicos. Entre ellos destacan el acelerado envejecimiento de la población, la creciente presión económica sobre la fuerza laboral y los retos estructurales del mercado de trabajo, los cuales demandan un abordaje integral.
COBERTURA DIGITAL
La transformación digital en El Salvador ha mostrado un avance significativo en los últimos años, evidenciado por el crecimiento sostenido en la conectividad, en concreto, el porcentaje de hogares con conexión a internet se incrementó de 23.35% en 2019 a 36.86% en 2024, lo que representa una variación del 57.86%; este progreso refleja una mayor disponibilidad de infraestructura tecnológica y el impulso de políticas públicas orientadas a reducir la brecha digital en los territorios. A la vez, la población con acceso a internet pasó de 51% en 2019 a 79.80% en 2024 con un crecimiento del 56.47%, lo que evidencia una ampliación considerable en el uso de servicios digitales por parte de la ciudadanía. Al mismo tiempo, estos avances fortalecen la base para la implementación de estrategias de salud digital, el acceso a información en tiempo real y la integración de la población en entornos virtuales de educación, trabajo y atención en salud.
SITUACIÓN DE SALUD
Salud materno-infantil
En El Salvador se ha avanzado de manera sostenida desde el 2019 en el fortalecimiento del desarrollo infantil temprano, mediante iniciativas estratégicas como la Política Nacional 'Crecer Juntos', la Ley Nacer con Cariño y la Ley Amor Convertido en Alimento. Estas acciones se han complementado con el fomento a la lactancia materna y el fortalecimiento de los programas de atención integral a la primera infancia, iniciativas lideradas por la oficina del despacho de la Primera Dama y el Ministerio de Salud.
Estas acciones han contribuido a sentar bases sólidas para mejorar los indicadores de salud materna e infantil, esto se ve reflejado entre el 2019 y 2021 con la cobertura de atención prenatal con al menos cuatro visitas, en la que se mostró un incremento importante, pasando de 72.0% a 87.2% y superando el valor de referencia internacional de 80–90%; de manera complementaria, la atención del parto por personal capacitado se mantuvo en niveles óptimos, alcanzando 99.7% en ambos años, muy por encima del valor ideal de 87%, lo que evidencia un acceso universal a la atención obstétrica segura.
En los resultados perinatales, el bajo peso al nacer (<2,500 g) presentó una ligera variación al alza, de 9.9% en 2019 a 10.2% en 2024. En relación a la cobertura de vacunación contra el sarampión la que se sostuvo en niveles altos y estables con 96% desde 2019 al 2024 superando holgadamente la meta mínima del 86%. Por otra parte, en la mortalidad infantil se observó una reducción significativa al pasar de 9.3 muertes por cada 1,000 nacidos vivos en 2019 a 7.9 en 2024, cifra muy inferior al umbral internacional de 25, lo que confirma progresos sostenidos en la supervivencia infantil.
La dinámica demográfica refleja una transición acelerada de la fecundidad. La tasa global de fecundidad disminuyó de 2.1 hijos por mujer en 2014 a 1.4 en 2024, situándose por debajo del valor de reemplazo generacional (2.25). De igual forma, la fecundidad en adolescentes (15–19 años) mostró un descenso marcado de 74 nacidos vivos por 1,000 mujeres en 2014 a 39.4 en 2021, resultado de los avances en la prevención del embarazo precoz.
Enfermedades transmisibles
Entre 2019 y 2024, la tasa de nuevos casos de VIH disminuyó de 18.16 a 15.21 por 100,000 habitantes, lo que sugiere avances en la prevención y detección temprana. En contraste, la tasa de mortalidad por VIH se mantuvo estable en 2 por 100,000 habitantes entre 2022 como en 2024, reflejando un impacto positivo por el acceso a tratamiento antirretroviral en la contención de los decesos.
En cuanto a la rabia humana, el país consolida su condición de eliminación como problema de salud pública, sin registro de casos dede le 2008 a la fecha, un logro que corresponde a la efectividad de las estrategias de vacunación animal y vigilancia epidemiológica.
Enfermedades no transmisibles y factores de riesgo
Las enfermedades no transmisibles para el año 2024, concentran el 61.4% del total de muertes, de las cuales el 37.5% son prematuras (entre 30-70 años), las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte por ENT con 46.6%, seguido del cáncer con 14.7%, diabetes con 8.1%, Enfermedad renal crónica con 16% y las enfermedades respiratorias crónicas 8.1%.
La prevalencia de consumo de tabaco en personas de 15 años y más, mostró una disminución de 8.8% en 2015 a 7.4% en 2023, evidenciando un descenso progresivo en este hábito de riesgo.
Sobre el estado nutricional de la población, la prevalencia de sobrepeso y obesidad pasó de 38.4% en 2013 a 66.2% en 2015.
MORTALIDAD
Mortalidad General y Prematura
El análisis de la mortalidad en El Salvador entre 2019 y 2024 revela una tendencia favorable, reflejo del impacto de las políticas de salud pública y los avances en la atención médica.
La tasa de mortalidad general disminuyó de 5.9 a 5.3 defunciones por cada 1,000 habitantes. De forma más específica, la mortalidad prematura (defunciones antes de los 70 años) se redujo un 2.23 %, al pasar de 304.3 a 297.5 muertes por cada 100,000 habitantes. Otros indicadores mostraron una gran estabilidad: la tasa de muertes prematuras potencialmente evitables varió solo un 0.22 % (de 95.5 a 95.29) y la de causas tratables un 0.23 % (de 77.41 a 77.23). En conjunto, esta evolución confirma una mejora gradual en las condiciones de salud de la población y en la capacidad de respuesta del sistema sanitario del país.
Mortalidad por Enfermedades y Causas Específicas
Respecto a la mortalidad por enfermedades transmisibles la tasa disminuyó de 15.77 a 14.52 defunciones por cada 100,000 habitantes entre 2019 y 2024, lo que representó una reducción del 7.93%. Por su parte, la tasa de mortalidad por enfermedades no transmisibles (ENT) presentó un descenso de 239.3 a 215.4 en el mismo periodo, equivalente a una reducción del 9.9%.
La tasa de mortalidad por causas externas mostró también un descenso, de 19.10 a 16.90 por cada 100,000 habitantes entre 2019 y 2024, lo que representó una disminución del 11.5, este descenso está muy relacionado con la disminución de la mortalidad por violencia interpersonal. En cuanto a las muertes por accidentes de tránsito, la tasa se redujo de 22.70 a 21.60 por 100,000 habitantes entre 2019 y 2024. A pesar de esta leve disminución, la cifra evidencia la necesidad de fortalecer las políticas de seguridad vial.
Mortalidad por Cáncer
Entre 2019 y 2024, la mortalidad por distintos tipos de cáncer en El Salvador presentó tendencias mixtas. La mayoría de los tumores analizados mostraron una significativa reducción, reflejando el impacto positivo de las intervenciones de prevención, diagnóstico y tratamiento.
Este descenso fue especialmente pronunciado en el cáncer cervicouterino, cuya tasa disminuyó de 9.80 a 6.40 muertes por cada 100,000 mujeres, un resultado atribuido a la vacunación contra el virus del papiloma humano, el tamizaje con pruebas de VPH con mayor sensibilidad y el abordaje temprano con termocoagulación. A este le siguieron el cáncer gástrico, que descendió de 7.35 a 5.90, y el cáncer de colon y recto, que bajó de 4.84 a 3.60. En los tumores que afectan principalmente a la población masculina, la mortalidad por cáncer de próstata se redujo de 3.42 a 3.10 por cada 100,000 hombres, y la de cáncer de pulmón disminuyó de 3.41 a 2.60 por cada 100,000 habitantes.
En contraste con esta tendencia general, la mortalidad por cáncer de mama mostró un leve incremento, pasando de 9.15 a 10.30 muertes por cada 100,000 mujeres en el mismo periodo, para esto se ha establecido todo un programa de estrategias basados en la prevención, diagnóstico temprano y abordaje fortaleciendo el sistema de información, fortalecimiento las competencias en diagnóstico y manejo, capacitando en autoexamen, así como fortaleciendo la infraestructura en equipos de ultrasonografía y mamografías, este último está en proceso de implementación de diagnóstico temprano mediante Inteligencia Artificial, refuerzo de medicamentos oncológicos y radioterapia.
Las fuentes de los indicadores interagenciales usados en este perfil se pueden encontrar en este cuadro
 Para obtener los datos más recientes sobre indicadores de salud para la Región de las Américas, asegúrese de visitar el portal de Indicadores Básicos de la OPS.
Para obtener los datos más recientes sobre indicadores de salud para la Región de las Américas, asegúrese de visitar el portal de Indicadores Básicos de la OPS.
Perspectiva de COVID-19 en el país
La situación de salud y la pandemia de COVID-19
Durante el 2020, en El Salvador hubo un total de 45 960 casos de COVID-19, lo que representa 7 278,6 por millón de habitantes. En el 2021 los casos identificados ascendieron a 75 985, lo que equivale a 12 033,6 por millón de habitantes. Por lo que se refiere a las muertes causadas de forma directa por la COVID-19, en el 2020 se registraron 1 336 muertes de personas con diagnóstico de COVID-19, es decir, 2116 por millón de habitantes, mientras que en el 2021 se notificaron 2 488, lo que representa 394 muertes por millón de habitantes. En la Región de las Américas, El Salvador se ubicó en la posición 27 en cuanto a cantidad de muertes por COVID-19 en el 2020, y pasó a la posición 44 en el 2021, con una cifra acumulada para ambos años de 605,6 muertes por millón de habitantes (figura 7).
Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, el total de muertes en exceso en el 2020 ascendió a 7506 casos, es decir, 116 por 100 000 habitantes. Para el 2021 se estimaron 9529 muertes, que representan un exceso de mortalidad de 146 por 100 000 habitantes.
Al 31 de diciembre del 2021, se había aplicado al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19 a 70,6% de los habitantes del país. Al2 de julio del 2022 (fecha de los últimos datos disponibles), 66% de la población contaba con el esquema de vacunación completo. La campaña de vacunación comenzó el 20 de febrero del 2021 y hasta el momento se han utilizado seis tipos de vacunas contra la COVID-19.
Figura 7. Muertes por COVID-19 acumuladas al 29 de julio de 2023 en la Región de las Américas
Perspectivas
Medidas para el logro de la cobertura universal de salud
El Plan Estratégico Institucional 2019-2025 formulado en alineación al Plan Cuscatlán 2019-2024 proyecta como meta que al 2025 ampliar el acceso a servicios de salud a un 60% de la población sin acceso previo y el incremento al 60% de la adscripción de la población con algún proveedor de servicios de salud del primer nivel de atención de las Redes Integrales e Integradas de Salud a través de la sinergia y articulación de los proveedores de servicios. Este Plan Institucional busca además que al 2025 el 100% de las instituciones de salud integrantes del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) ejecutan el plan de acciones intersectoriales para el abordaje de la determinación social de la salud.
Las autoridades públicas han dispuesto una serie de medidas para lograr la cobertura universal de salud, entre las que destaca el Plan Cuscatlán, el cual plantea los siguientes objetivos relacionados con la salud:
- Contar con un sistema nacional de salud integrado y sólido, que fortalezca sostenidamente el sector público y regule efectivamente el sector privado para la adecuada atención de la salud de la población del país.
- Desarrollar el abordaje de los determinantes sociales de la salud para alcanzar mejores resultados con las iniciativas destinadas a tal fin.
- Aplicar plenamente la estrategia de atención primaria en salud integral.
- Garantizar el aumento progresivo de la cobertura y el acceso universal a la salud, con completa equidad para todos los habitantes del país.
- Fortalecer las estrategias conducentes a la promoción y la educación en materia de salud, la prevención de enfermedades, y el tratamiento y la rehabilitación de las personas que han sufrido un daño en su salud.
De manera similar, el Plan propone, en la línea estratégica referida a la organización de los servicios de salud, la necesidad de "Avanzar en el desarrollo hacia un Sistema Nacional de Salud integrado basado en la Atención Primaria de Salud Integral, el abordaje de las determinantes sociales para garantizar el derecho humano a la salud en ruta hacia el Acceso y Cobertura Universal, la identificación y combate de las inequidades en salud, así como el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030".
Desafíos relacionados con la salud de la población
Entre los retos pendientes con los que cuenta la agenda de políticas públicas de El Salvador, la sostenibilidad de las acciones emprendidas en el Plan Cuscatlán ocupa un lugar destacado, dado que implica una inversión pública muy importante dirigida a la salud. Las autoridades públicas han señalado que se prevé un incremento gradual y sostenido del gasto en salud hasta alcanzar valores cercanos a 5% del PBI.
Respuesta a la pandemia de la COVID-19
El plan de respuesta para la atención de la salud durante la pandemia incluyó la creación de una unidad completamente especializada, el Hospital El Salvador, cuya capacidad física instalada cuenta con alrededor de 850 camas, de las cuales 250 están preparadas y equipadas para la atención de casos graves y críticos. Asimismo, este hospital, que dispone de la última y mejor tecnología, será próximamente reconvertido a uno categorizado como de alta especialidad.
La respuesta de las políticas públicas a esta situación de emergencia también comprendió la elaboración de documentos y lineamientos técnicos que resultaron sumamente útiles, entre otros aspectos, para la correcta articulación de las medidas implementadas, como los "Lineamientos técnicos para el seguimiento del aislamiento domiciliar y atención ambulatoria de casos sospechosos y confirmados por COVID-19" y la "Estrategia para la inmunización contra SARS-CoV-2 en mujeres embarazadas y puérperas" y otros igualmente relevantes.
Finalmente, también vale la pena resaltar la estrategia de vacunación contra la COVID-19 a través de la creación de un megacentro, con capacidad para aplicar más de diez mil dosis diarias, y la puesta en funcionamiento de más de 160 unidades de vacunación distribuidas en todo el territorio nacional.
Medidas para incidir en las desigualdades en la salud
El Gobierno nacional ha llevado adelante el programa Crecer Juntos, una política pública integral orientada a la primera infancia, es decir, la etapa que transcurre desde que las niñas y los niños son gestados hasta que alcanzan los 8 años de edad. Esta política ha sido diseñada con un enfoque de derechos para garantizar a las niñas y los niños salvadoreños el acceso a servicios de calidad en la provisión de cuidados, estimulación, educación, salud, nutrición, entornos protectores de sus derechos y protección especial, con el fin último de prevenir la pobreza, la violencia, la desigualdad y la falta de oportunidades.
En función a la Ley del Sistema Nacional Integrado de salud y mediante la coordinación del Gabinete de salud y Gabinete de salud ampliado, se aborda el trabajo intersectorial para atender los determinantes sociales de la salud, con la intersectorialidad como uno de los instrumentos de Integración y en el monitoreo y evaluación del sistema, se busca que ésta sea periódica.
Estrategia nacional para abordar las desigualdades en salud
El Plan Estratégico Institucional 2021-2025 recoge la visión programática y operativa que tienen las autoridades públicas para el quinquenio y reconoce de manera explícita la importancia de los determinantes sociales de la salud, toda vez que los incluye como parte de su misión: "Somos el ente rector del Sistema Nacional Integrado de Salud en El Salvador, que […] promueve la intersectorialidad para el abordaje de las determinantes sociales de la salud […]".
Por otra parte, la Ley del Sistema Nacional Integrado de Salud, reformada en el 2020, constituye el marco legal donde se inscriben diversas normativas que fomentan la búsqueda de equidad en la salud. Dentro de ese conjunto de normas, ocupan un lugar destacado las referidas a medicamentos (2012), vacunas (2012), salud mental (2017) y lactancia materna (2013), entre otras.
Finalmente, también resulta relevante la legislación nacional enfocada en la prevención de las enfermedades y el bienestar de las personas, como la Ley para el Control del Tabaco, sancionada en el 2011.
PERFILES DE PAÍS/TERRITORIO
Anguila
Antigua y Barbuda
Argentina
Aruba
Bahamas
Barbados
Belice
Bermuda
Bolivia
Bonaire, San Estaquio y Saba
Brasil (español) (português)
Canadá
Chile
Colombia
Costa Rica
Cuba
Curaçao
Dominica
Ecuador
El Salvador
Estados Unidos de América
Guayana Francesa, Guadalupe y Martinica
Granada
Guatemala
Guyana
Haití (Haïti Français)
Honduras
Islas Caimán
Islas Turcas y Caicos
Islas Vírgenes (Británicas)
Islas Vírgenes (EUA)
Jamaica
México
Montserrat
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Perú
Puerto Rico
República Dominicana
Saint Kitts y Nevis
Santa Lucía
San Vicente y las Granadinas
San Martín
Suriname
Trinidad y Tabago
Uruguay
Venezuela
TEMA ACTUAL
Acelerar la eliminación de enfermedades (en inglés)


