La mortalidad prematura potencialmente evitable y las metas de salud de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 (ODS 3) es garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades. Los expertos en salud pública están de acuerdo en que se requiere cobertura universal de salud para alcanzar ese nivel de apoyo a los ciudadanos de un país, y que una parte fundamental del objetivo es reducir la mortalidad evitable.
Los tres indicadores del ODS 3 relacionados con las muertes evitables que se tratan en este capítulo son:
- Indicador 3.1.1 Razón de mortalidad materna: seleccionado debido a su gran peso en las muertes evitables de menores de 5 años.
- Indicador 3.2.2 Tasa de mortalidad neonatal: seleccionado porque es uno de los indicadores más importantes del desempeño del sistema de salud.
- Indicador 3.4.1 Probabilidad incondicional de morir a causa de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes o enfermedades respiratorias crónicas: seleccionado debido a su importante carga en cuanto a muertes prevenibles .
La mortalidad materna es uno de los indicadores clave de la salud pública para evaluar el desempeño de los sistemas de salud de los países, puesto que la mayor parte de las muertes maternas pueden evitarse. Si bien se está registrando en la Región una tendencia descendente en el número de muertes maternas, todavía subsisten grandes diferencias entre los países. Las medidas que se tomen en el sistema de salud pueden reducir la mortalidad materna, como se deriva del análisis que se presenta en este capítulo. Las intervenciones de salud que tienen el beneficio adicional de salvar la vida de las madres incluyen: la atención prenatal en cuatro o más ocasiones por personal de salud capacitado, la atención del parto por personal de salud capacitado, la atención posnatal de calidad por personal de salud capacitado, y el uso de anticonceptivos modernos.
La Región ha reducido las muertes de menores de 5 años, sobre todo al mejorar las circunstancias ambientales, económicas y en cuanto al saneamiento, y al reducir las muertes por enfermedades diarreicas agudas, infecciones respiratorias y carencias nutricionales. Sin embargo, las muertes de recién nacidos –en los 28 primeros días de vida– siguen siendo un reto.
Las cuatro enfermedades crónicas y no transmisibles más frecuentes –las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas– son las principales causas de morbilidad y mortalidad en la población adulta de la Región. Las cuatro principales causas de muerte prematura por enfermedades no transmisibles que se mencionan en los ODS (indicador 3.4.1) se relacionan con factores de riesgo comunes. Para reducir la prevalencia de estos factores de riesgo en la Región, cada país debe poner en marcha, financiar y mantener políticas sobre el control del tabaco, la alimentación saludable, el consumo nocivo de alcohol, la actividad física insuficiente y la respuesta de los servicios en el manejo de las enfermedades no transmisibles.