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Muchas muertes prematuras pueden evitarse mediante intervenciones tempranas o atención de calidad. 2.5 millones de personas en las Americas murieron prematuramente en 2019.

Un objetivo importante de un Estado es que sus habitantes disfruten una vida que sea lo más larga y saludable posible. En un país con un sistema de salud que funciona bien, muchas muertes prematuras (de personas menores de 75 años) pueden evitarse mediante intervenciones tempranas de salud pública o mediante una atención de calidad si ya se han desarrollado las enfermedades o afecciones. Si bien los adelantos en salud pública han ayudado a prolongar la vida en muchas partes de la Región de las Américas, en el 2019 murieron más de 2,5 millones de personas en la Región debido a causas prematuras potencialmente evitables en 2019, el año más reciente con datos disponibles.
 

Tendencias de las tasas de mortalidad prematura evitable ajustadas por edad y desglosadas por sexo a nivel regional, subregional y de país, Región de las Américas, 2000‒2019

En esta figura se muestran las tasas de mortalidad prematura potencialmente evitable por 100.000 personas del año 2000 al 2019. Para ayudar a ilustrar las tendencias, los resultados se presentan por sexo y pueden desglosarse por región, subregión y país; y por causa de muerte evitable, prevenible o tratable.

En los últimos años, algunos adelantos de la salud pública (como los antibióticos, las vacunas, una mejor higiene y un mayor acceso a servicios de salud de calidad) han ayudado a prolongar la esperanza de vida en muchas partes de la Región y del mundo, pero muchas personas todavía mueren de manera prematura. Pese a que se registró una reducción regional del número de muertes prematuras evitables, más de 2,5 millones de personas de la Región murieron prematuramente en el 2019, a menudo debido a enfermedades no transmisibles o crónicas y a causas externas. Estas muertes podrían haberse evitado si las personas hubiesen tenido acceso a una atención de salud de alta calidad, o si se hubiesen adoptado y puesto en práctica políticas y acciones a favor del desarrollo social y económico, especialmente políticas centradas en disminuir la desigualdad. La capacidad de estos servicios y políticas de salud de reducir de manera cuantificable el número de muertes y de salvar vidas las convierte en buenos indicadores para medir la solidez del sistema de salud de un país.

  • Muertes prematuras potencialmente evitables: Son las que ocurren en personas menores de 75 años y que no deberían ocurrir si todos los niveles de atención de los sistemas de salud funcionaran adecuadamente (prevención primaria, secundaria y terciaria, y la atención de la salud en todos los niveles). El grupo de muertes evitables puede dividirse en dos subgrupos: a) las llamadas "causas potencialmente prevenibles", y b) las llamadas "causas potencialmente tratables" (o "atendibles"). En español se propone el uso del término "atendible" , pues "tratable" solo se refiere al tratamiento y la atención de la salud; sin embargo, "atendible" incluye el diagnóstico oportuno, el tratamiento, el control, la reparación del daño y la prolongación de la vida con calidad.
  • Muertes prematuras potencialmente prevenibles: Son las que ocurren en personas menores de 75 años y que podrían haberse evitado por medio de iniciativas de prevención primaria. Una muerte se considera prevenible si, a la luz de la comprensión de sus determinantes de salud al momento de la muerte, todas o la mayoría de las muertes por esa causa podrían evitarse mediante intervenciones de salud pública, en su sentido más amplio.
  • Muertes prematuras potencialmente tratables: Son las que ocurren en personas menores de 75 años y que no deberían ocurrir si a la luz de los conocimientos médicos y la tecnología en el momento de la muerte, podrían evitarse mediante una atención médica oportuna y de buena calidad.