Salud en las Américas

PERFIL DE PAÍS

Bahamas

Los perfiles de país de la plataforma Salud en las Américas+ se han elaborado a partir de los indicadores interagenciales disponibles hasta las fechas indicadas. Las fuentes pueden consultarse en este cuadro. En algunos casos, debido al proceso de verificación, los valores de los indicadores pueden diferir de aquellos más recientes disponibles en el país.

Determinantes sociales y ambientales de la Salud

En el 2000, la población total de Bahamas era de 325 014 habitantes, y en el 2023 habría ascendido a 412 623, lo que representa un incremento de 27%. En cuanto al perfil demográfico del país, en el 2023 la población de mayores de 65 años representaba 9.3% del total, lo que implica un aumento de 4.3 puntos porcentuales respecto del 2000. Asimismo, en el 2023 se alcanzó una razón de 109.6 mujeres por cada 100 hombres y de 50.2 personas mayores (de 65 años o más) por cada 100 menores de 15 años, como se observa en la distribución por grupo etario y sexo de las pirámides poblacionales del país (figura 1). Si se considera la población de 15 a 64 años como potencialmente activa, es decir, susceptible de participar en actividades laborales, esta representó 72.2% de la población total del país en el 2023, lo que equivale a 298 025 personas. Si a estos datos se agregan los relativos a la población potencialmente pasiva ( 76 291 menores de 15 años y 38 308 mayores de 65 años), se obtiene una relación de dependencia de 38.5 habitantes potencialmente pasivos por cada 100 habitantes potencialmente activos. Esta relación era de 53.6 en el 2000.

En lo que atañe a la esperanza de vida al nacer, para el 2023 fue de 74.5 años —cifra inferior al promedio de la Región de las Américas—, esta cifra representa un incremento de 2.5 años respecto de lo informado en el 2000.

Figura 1. Pirámides de población de Bahamas, años 2000 y 2023

Entre el 2000 y el 2010, el promedio de años de escolarización en Bahamas aumento del 7.5%, con 11.9 años en el último año para el cual se dispone de información. Por su parte, la tasa de desempleo en el 2022 fue de 10.1% para el total de la población. Si se desglosa por sexo, la tasa es 10.2% para mujeres y 9.9% para hombres.

Durante el período 2000-2021, el país aumentó su puntuación en el índice de desarrollo humano en 1.6% (de una puntuación de 0.799 a una de 0.812), mientras que en el mismo período el índice incrementó 13.5% a nivel internacional y 9.4% en América Latina (figura 2).

Figura 2. Índice de desarrollo humano en la Región de las Américas, 2021

En el 2020, el gasto público en salud representó 4.6% del producto interno bruto (PIB) (figura 3) y 15.7% del gasto público total, mientras que el gasto de bolsillo en salud implicó 21.73% del gasto total en salud.

Figura 3. Gasto público en salud como porcentaje del producto interno bruto en la Región de las Américas, 2020

Cobertura digital

En el 2021, el porcentaje de población con conexión a Internet ascendía a 94.3%, cifra que representa un incremento considerable respecto del 2000, año en que el indicador arrojaba un valor de 8%.

La situación de salud

Salud maternoinfantil

Entre el 2000 y el 2020, la mortalidad infantil en Bahamas pasó de 14.8 a 16.2 por 1000 nacidos vivos, lo cual implicó un aumento de 9.5% (figura 4). Por su parte, el porcentaje de nacimientos con peso bajo (menos de 2500 g) se incrementó de 9.9% a 10.2% entre el 2000 y el 2020.

En cuanto a la estrategia de inmunización, en el 2022 la cobertura de vacunación contra el sarampión fue de 80%, lo que representa una disminución de 13 puntos porcentuales con respecto a la cobertura del 2000.

Figura 4. Tasa de mortalidad infantil por 1000 nacidos vivos, 1995-2020

La razón de mortalidad materna para el 2020 se estimó en 77.1 por 100 000 nacidos vivos, lo que supone una reducción de 26.6% respecto del valor estimado para el 2000 (figura 5). En relación con la fecundidad, se calcula que, en el 2023, las mujeres tenían en promedio 1.4 hijos a lo largo de su vida reproductiva. En el caso específico de la fecundidad adolescente, se observa una reducción de 48.7%, si se compara la tasa de 47.8 nacidos vivos por cada 1000 mujeres de 15 a 19 años en el 2000 con la cifra de 24.5 en el 2023. En cuanto al control prenatal, entre el 2004 y el 2018 se observa una reducción en el porcentaje de personas gestantes que acudieron a cuatro consultas o más de atención prenatal durante el embarazo, ya que este pasó de 81.6% a 88.2%. Por otra parte, 99% de los partos fueron atendidos por personal capacitado en el 2018.

Figura 5. Razón de mortalidad materna por 100 000 nacidos vivos, 2000-2020

Enfermedades transmisibles

En el 2021 se registraron 11 nuevos casos de tuberculosis por 100 000 habitantes en Bahamas. En 2019, la tasa de mortalidad por tuberculosis (ajustada por edad y por 100 000 habitantes) para la población total fue de 0.1 ese mismo año (0.1 en mujeres y 0.1 en hombres).

Para el 2019, se estimó que la tasa de nuevos diagnósticos de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) fue de 32.9 por cada 100 000 habitantes. La tasa de mortalidad ajustada por edad por esta causa fue de 32.6 por cada 100 000 habitantes en el 2019. Debe destacarse que durante el período 2000-2019 este indicador descendió 77.5%.

Enfermedades no transmisibles y factores de riesgo

En Bahamas, la prevalencia del consumo de tabaco entre las personas de 15 años o más para el 2023 fue de 10.7%. En relación con el sobrepeso y la obesidad en el mismo grupo etario, la prevalencia fue de 64.4% para el 2016. Asimismo, para el 2016, 43.3% de la población declaró practicar actividad física insuficiente.

En cuanto a la hipertensión arterial, en el 2015 se informó una prevalencia de 20.9% de personas de 18 años o más con presión sanguínea elevada, lo que representa un descenso de 5.7 puntos porcentuales en comparación con el 2000 (26.6%). Por otra parte, la prevalencia de diabetes mellitus, que en el 2000 se hallaba en 10.4%, se incrementó a 12.5% en el 2014.

Mortalidad

En el 2019, la tasa ajustada de mortalidad prematura potencialmente evitable en Bahamas fue de 324,5 muertes por 100 000 habitantes, lo que equivale a una disminución de 26,9%, con respecto a la tasa de 443,9 registrada en el 2000. Esto quiere decir que el país presentó en el 2019 una tasa 43,1% superior a la tasa promedio notificada para la Región de las Américas. De las muertes prematuras potencialmente evitables, la tasa por causas prevenibles fue de 171,5 por 100 000 habitantes en el 2019, que es 25,1% más alta que la tasa promedio regional, en tanto que la tasa por causas tratables fue de 153 por 100 000 habitantes, por encima del promedio regional de 89,6.

En cuanto a la tasa de mortalidad general ajustada por edad, en el 2019 fue de 7 por 1000 habitantes, lo que representa un descenso de 12,5% con respecto al 2000 (8 muertes por cada 1000 habitantes).

Al categorizar las muertes en tres grandes grupos, se observa que en el 2019 la tasa de mortalidad ajustada por edad por enfermedades transmisibles fue de 74,9 por 100 000 habitantes (90,6 por 100 000 en hombres y 61,2 por 100 000 en mujeres), mientras que la tasa de mortalidad ajustada por edad a causa de enfermedades no transmisibles ascendió a 525,4 por 100 000 habitantes (623,8 por 100 000 en hombres y 446,5 por 100 000 en mujeres). Por su parte, la tasa de mortalidad ajustada por edad por causas externas fue de 91,8 por 100 000 habitantes (148,8 por 100 000 en hombres y 39,1 por 100 000 en mujeres); entre las causas externas se encuentran los accidentes de transporte terrestre (7,4 por 100 000 habitantes), los homicidios (36,4 por 100 000 habitantes) y los suicidios (3,4 por 100 000 habitantes). En el 2000, la distribución porcentual de las causas fue de 60,1% para las enfermedades no transmisibles, 29,2% para las enfermedades transmisibles y 10,8% para las causas externas, en tanto que para el 2019, los porcentajes fueron 75,4%, 10,7% y 13,9%, respectivamente (figura 6).

Figura 6. Mortalidad proporcional en Bahamas, 2000 y 2019

Mortalidad por Cáncer

Con respecto a la mortalidad por cáncer según el sitio del tumor, puede observarse que en el 2019 la población masculina presentó una tasa ajustada de mortalidad por cáncer de próstata de 44,7 por 100 000; por cáncer de pulmón, de 12 por 100 000; y de cáncer de colon y recto, de 14,6 por 100 000. En el caso de las mujeres, los valores fueron de 3,8 por 100 000 para cáncer de mama, de 3,9 por 100 000 para cáncer de pulmón y de 8,4 por 100 000 para cáncer de colon y recto.

La situación de salud y la pandemia de COVID-19

En el 2020, en Bahamas hubo un total de 7871 casos de la COVID-19, lo que representa 19 286 por millón de habitantes. En el 2021 los casos identificados ascendieron a 17 125, lo que equivale a 41 960,7 por millón de habitantes. Por lo que se refiere a las muertes causadas de forma directa por la COVID-19, en el 2020 se registraron 180 muertes de personas con diagnóstico de COVID-19, es decir, 441,1 por millón de habitantes, mientras que, en el 2021, se notificaron 547 muertes, o 1340,3 por millón. En el 2020, Bahamas se ubicó en la posición 15 en la Región de las Américas, en cuanto a número de muertes por la COVID-19, y pasó a la posición 15 de nuevo en el 2021, con una cifra acumulada para ambos años de 1781 muertes por millón de habitantes a lo largo de los dos años (figura 7). 

Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, hubo un total de 334 muertes en exceso en el 2020, es decir, 85 por 100 000 habitantes.  Para el 2021, se calculó un total de 667 muertes, que representan un exceso de mortalidad de 168 por 100 000 habitantes.

Al 31 de diciembre del 2021, se había aplicado al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19 a 42,3% de los habitantes del país. Al 2 de julio del 2022 (fecha de los últimos datos disponibles), 40,6% de la población había recibido todas las dosis recomendadas de la vacuna. La campaña de vacunación empezó el 20 de marzo del 2021 y hasta el momento se han utilizado cuatro tipos de vacunas contra la COVID-19.

Figura 7. Muertes por COVID-19 acumuladas al 29 de julio de 2023 en la Región de las Américas

Perspectivas

Medidas para el logro de la cobertura universal de salud

En el Plan Nacional de Desarrollo de las Bahamas (Visión 2040) se establece una hoja de ruta a largo plazo para el desarrollo, que comprende una visión para un sistema de salud moderno, sostenible y cuyo acceso sea universal, centrado en el bienestar y que ofrezca resultados que mejoren continuamente. Esta accesibilidad universal representa una adopción del movimiento mundial hacia la cobertura universal de salud.  En el Plan Estratégico de los Servicios Nacionales de Salud (2010-2020) se establecen objetivos detallados.  Los objetivos incluían un cambio hacia la colaboración multisectorial que reconoce la necesidad de la salud en todas las políticas y como una herramienta clave para aumentar la resiliencia del sistema de salud a las presiones externas. Al hacer énfasis en la colaboración multisectorial se reconoce que la salud es un producto social y que los problemas de salud se derivan directa e indirectamente de determinantes sociales y económicos fundamentales.

Desafíos relacionados con la salud de la población

La población de Bahamas está envejeciendo, y se prevé que el ritmo de este envejecimiento aumente. En 1980, la proporción de la población de Bahamas de 65 años o más era de 4,1%. Esta proporción aumentó a una cifra estimada de 7,7% en el 2020 y se prevé que llegue a 19,9% para el 2060.  Este futuro aumento en 40 años de 12,1 puntos porcentuales está por encima del promedio regional para el Caribe, que es de 10,7 puntos porcentuales, pero por debajo del promedio de la Región de las Américas de 13,7 puntos porcentuales. Esta transición demográfica se debe en parte a los importantes avances en la reducción de la carga de las enfermedades infecciosas. En el 2000, la infección por el VIH y el sida fueron la causa principal de muerte y discapacidad en las Bahamas, y representaron 14% de todos los años de vida sana perdidos. En el 2019, esta carga se había reducido en dos tercios, a 4,8% de todos los años de vida sana perdidos. En el 2019, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes fueron las tres principales causas de muerte y discapacidad, y representaron en conjunto 38,4% de todos los años de vida sana perdidos.  La carga de las lesiones autoinflingidas y de violencia, y las lesiones no intencionales representaron colectivamente 11,8% de todos los años de vida sana perdidos en el 2019, un aumento de un tercio desde el 2000. Las soluciones a cada uno de estos desafíos exigen la cooperación multisectorial.

Respuesta a la pandemia de la COVID-19

El país sigue en recuperación tras la devastación en las islas de Abaco y Gran Bahama debido al huracán Dorian, que ha dado lugar a una redistribución de los fondos gubernamentales.  Las prioridades del gobierno en materia de salud incluyen el fortalecimiento de la administración y la gobernanza del sistema de salud junto con la mejora de la integración y la cohesión del sistema. Está previsto un nuevo plan estratégico para la salud (2023-2028), y se han destacado como prioridades la lucha contra las enfermedades crónicas no transmisibles, el fortalecimiento de los recursos humanos para la salud y el avance de la transformación digital. Se ha destacado una serie de medidas estratégicas que mejorarán el acceso a la atención; entre ellas figuran la ampliación de los servicios mediante la prolongación de los horarios de apertura y la adopción de tecnologías de telesalud y telemedicina, la aplicación de estrategias encaminadas a eliminar o reducir los gastos de bolsillo en el sector público y la seguridad social, y políticas dirigidas a garantizar el acceso universal y fortalecer el modelo de atención. Bahamas experimentó cuatro aumentos prolongados del brote de la COVID-19 entre abril del 2020 y mayo del 2022, y la mayoría de las 810 muertes confirmadas hasta mayo del 2022 se concentraron en estos períodos de brote. La principal política en curso sobre la COVID-19 es la ampliación y ejecución del programa de vacunación en cooperación con asociados internacionales. La COVID-19 es un ejemplo de una presión externa, y estas presiones se reconocen como un riesgo importante para la reforma de salud en curso. Los fenómenos meteorológicos extremos son otro tipo de presión externa que durante mucho tiempo ha sido una amenaza para las islas de las Bahamas. El huracán Dorian en el 2019 seguido de la pandemia de COVID-19 a partir del 2020 han puesto de relieve una vez más la necesidad urgente de fortalecer los vínculos y crear capacidad de resiliencia para hacer frente a los desafíos conjuntos del cambio climático y la salud. Estos vínculos y déficits de capacidad son visibles en las áreas de 1) cambio climático y política de salud; 2) personal de salud; 3) participación de la comunidad y la sociedad civil; 4) infraestructura de salud resiliente al clima; 5) recopilación de datos, información y tecnología; y 6) financiamiento para el cambio climático y cuestiones de salud. Las prioridades para la salud relacionadas con la COVID-19 son el fortalecimiento de la vigilancia de la salud pública para la detección temprana de casos mediante actividades ampliadas de pruebas y rastreo de contactos, y el desarrollo de nuevas leyes y regulaciones para manejar la pandemia.

Medidas para incidir en las desigualdades en la salud

La naturaleza dispersa del archipiélago de las Bahamas presenta un desafío de equidad único y fundamental para la prestación de servicios de atención de salud y repercute en la accesibilidad, las transferencias de pacientes, en el alcance y la combinación de servicios disponibles y en la disponibilidad de profesionales de salud para prestar servicios de atención de buena calidad y equitativos para todos. Los objetivos del plan estratégico también se centran en mantener a las personas sanas a lo largo de la vida, en particular mediante el fortalecimiento de la atención primaria, la mejora de los resultados de las enfermedades no transmisibles, la mejora de los servicios de salud mental y la realineación de los recursos humanos para la salud en consonancia con el cambiante perfil nacional de la enfermedad. La estrategia incluye la necesidad de mejorar la información y los sistemas de información para ayudar a la toma de decisiones. El trabajo conjunto para lograr la cobertura universal de salud también puede considerarse como un intento indirecto de abordar las desigualdades en salud.

Las fuentes de los indicadores interagenciales usados en este perfil se pueden encontrar en este cuadro

Para obtener los datos más recientes sobre indicadores de salud para la Región de las Américas, asegúrese de visitar el portal de Indicadores Básicos de la OPS.