Salud en las Américas

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Perfil de País - Bolivia

Los perfiles de país de la plataforma Salud en las Américas+ se han elaborado a partir de los indicadores interagenciales disponibles hasta las fechas indicadas. En algunos casos, debido al proceso de verificación, los valores de los indicadores pueden diferir de aquellos más recientes disponibles en el país.

Determinantes sociales y ambientales de la Salud

En el 2000, la población total del Estado Plurinacional de Bolivia era de 8 606 326 habitantes, y en el 2024 habría ascendido a 12 413 315, lo que representa un incremento de 44.2%. En cuanto al perfil demográfico del país, en el 2024 la población de mayores de 65 años representaba 5.6% del total, lo que implica un aumento de 0.4 puntos porcentuales respecto del 2000. Asimismo, en el 2024 se alcanzó una razón de 99.6 mujeres por cada 100 hombres y de 18.9 personas mayores (de 65 años o más) por cada 100 menores de 15 años, como se observa en la distribución por grupo etario y sexo de las pirámides poblacionales del país (figura 1). Si se considera la población de 15 a 64 años como potencialmente activa, es decir, susceptible de participar en actividades laborales, esta representó 64.6% de la población total del país en el 2024, lo que equivale a 8 015 521 personas. Si a estos datos se agregan los relativos a la población potencialmente pasiva (3 697 500 menores de 15 años y 700 294 mayores de 65 años), se obtiene una relación de dependencia de 54.9 habitantes potencialmente pasivos por cada 100 habitantes potencialmente activos. Esta relación era de 76.3 en el 2000.

En lo que atañe a la esperanza de vida al nacer, para el 2024 fue de 68.7 años —cifra inferior al promedio de la Región de las Américas—, esta cifra representa un incremento de 6.6 años respecto de lo informado en el 2000 (62.1).

Figura 1. Pirámides de población de Bolivia, años 2000 y 2024

Entre el 2001 y el 2020, el promedio de años de escolarización en el Estado Plurinacional de Bolivia aumento del 36.2%, con 9.8 años en el último año para el cual se dispone de información. Por su parte, la tasa de desempleo en el 2023 fue de 4.1% para el total de la población. Si se desglosa por sexo, la tasa es 4.8% para mujeres y 3.5% para hombres. La tasa de alfabetización fue de 99.5% en el 2021, en hombres, el promedio fue de 99.5%; y en mujeres de 99.5%. Otro aspecto que cabe destacar es que el porcentaje de la población por debajo de la línea de pobreza fue de 36.4% en el 2021, de acuerdo con la línea nacional, lo que representa una disminución respecto del 2000, cuando se encontraba en 66.4%. Por lo que se refiere a la pobreza definida como porcentaje de la población con un ingreso menor a US$ 2,15 por día, en el 2021 2.0% de la población se encontraba en esta situación, una cifra inferior al promedio regional de 2.6%.

Durante el período 2000-2022, el país aumentó su puntuación en el índice de desarrollo humano en 11.7% (de una puntuación de 0.625 a una de 0.698), mientras que en el mismo período el índice incrementó 14.6% a nivel internacional y 11.2% en América Latina (figura 2).

Figura 2. Índice de desarrollo humano en la Región de las Américas, 2022

En el 2021, el gasto público en salud representó 5.88% del producto interno bruto (PIB) (figura 3) y 17.1% del gasto público total, mientras que el gasto de bolsillo en salud implicó 22.74% del gasto total en salud.

Figura 3. Gasto público en salud como porcentaje del producto interno bruto en la Región de las Américas, 2021

Cobertura digital

En el 2021, el porcentaje de población con conexión a Internet ascendía a 66%, cifra que representa un incremento considerable respecto del 2000, año en que el indicador arrojaba un valor de 1.4%.

La situación de salud

Salud maternoinfantil

Entre el 2003 y el 2022, la mortalidad infantil en el Estado Plurinacional de Bolivia pasó de 54 a 20.44 por 1000 nacidos vivos, lo cual implicó una reducción de 62.1% (figura 4). Por su parte, el porcentaje de nacimientos con peso bajo (menos de 2500 g) se incrementó de 4.0% a 5.4% entre el 2001 y el 2022, mientras que la adherencia a la lactancia materna exclusiva en la población infantil de hasta 6 meses representó un 38.6% en 2000 y un 55.7% en el 2016 (último dato disponible).

En cuanto a la estrategia de inmunización, en el 2022 la cobertura de vacunación contra el sarampión fue de 69%, lo que representa una disminución de 31 puntos porcentuales con respecto a la cobertura del 2000.

Figura 4. Tasa de mortalidad infantil en Bolivia, años 1998 y 2022

La razón de mortalidad materna en 2020 se estimó en 160.9 por cada 100 000 nacidos vivos, lo que representó una reducción de 43.3% comparado con el valor estimado para el 2000 (figura 5). En relación con la fecundidad, se calcula que, en el 2024, las mujeres tenían en promedio 2.5 hijos a lo largo de su vida reproductiva. En el caso específico de la fecundidad adolescente, se observa una reducción de 31.7%, si se compara la tasa de 94.3 nacidos vivos por cada 1000 mujeres de 15 a 19 años en el 2000 con la cifra de 64.4 en el 2024. En cuanto al control prenatal, entre el 2001 y el 2022 se observa un incremento en el porcentaje de personas gestantes que acudieron a cuatro consultas o más de atención prenatal durante el embarazo, ya que este pasó de 81.4% a 81.3%. Por otra parte, 98.2% de los partos fueron atendidos por personal capacitado en el 2022.

Figura 5. Razón de mortalidad materna por 100 000 nacidos vivos, 2000-2020

Enfermedades transmisibles

En el 2022 se registraron 66 nuevos casos de tuberculosis por 100 000 habitantes. En 2019, la tasa de mortalidad por tuberculosis (ajustada por edad y por 100 000 habitantes) para la población total fue de 10.7 ese mismo año (8.2 en mujeres y 13.4 en hombres).

Para el 2022, se estimó que la tasa de nuevos diagnósticos de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) fue de 28.2 por cada 100 000 habitantes. La tasa de mortalidad ajustada por edad por esta causa fue de 1.7 por cada 100 000 habitantes en el 2019. Debe destacarse que durante el período 2000-2019 este indicador descendió 92.1%. En 2022 se registró 1 caso de rabia humana en el país.

Enfermedades no transmisibles y factores de riesgo

En el Estado Plurinacional de Bolivia, la prevalencia del consumo de tabaco entre las personas de 15 años o más para el 2023 fue de 11.3%. En relación con el sobrepeso y la obesidad en el mismo grupo etario, la prevalencia fue de 65.1% para el 2022.

En cuanto a la hipertensión arterial, en el 2015 se informó una prevalencia de 17,9% de personas de 18 años o más con presión sanguínea elevada, lo que representa un descenso de 3,6 puntos porcentuales en comparación con el 2000 (21,5%). Por otra parte, la prevalencia de diabetes mellitus, que en el 2000 se hallaba en 6,4%, se incrementó a 8% en el 2014.

Mortalidad

En el 2019, la tasa ajustada de mortalidad prematura potencialmente evitable en el Estado Plurinacional de Bolivia fue de 317,1 muertes por 100 000 habitantes, lo que equivale a una disminución de 32,9% en comparación con la tasa de 472,5 registrada en el 2000. En este sentido, el país presentó en el 2019 una tasa 39,9% mayor a la notificada para la Región de las Américas. De las muertes prematuras potencialmente evitables, la tasa por causas prevenibles en el 2019 fue de 153,7 por 100 000 habitantes, cifra 12,1% mayor que la regional, en tanto que la relativa a las causas tratables ascendió a 163,4 por 100 000 habitantes, frente a un promedio regional de 89,6.

En cuanto a la tasa de mortalidad general ajustada por edad, en el 2019 fue de 7,9 por 1000 habitantes, lo cual implica un descenso de 21,6% con respecto al 2000 (10,1 muertes por cada 1000 habitantes).

Al categorizar las muertes en tres grupos principales, se observa que en el 2019 la tasa de mortalidad ajustada por edad por enfermedades transmisibles fue de 136.8 por 100 000 habitantes (141.3 por 100 000 en hombres y 132.0 por 100 000 en mujeres), mientras que la tasa de mortalidad ajustada por edad a causa de enfermedades no transmisibles ascendió a 584.4 por 100 000 habitantes (598.8 por 100 000 en hombres y 572.4 por 100 000 en mujeres). Por su parte, la tasa de mortalidad ajustada por edad por causas externas fue de 69.9 por 100 000 habitantes (101,4 por 100 000 en hombres y 39,4 por 100 000 en mujeres), en cuyo caso destacan los accidentes de transporte terrestre (23,2 por 100 000 habitantes), los homicidios (9,7 por 100 000 habitantes) y los suicidios (6,8 por 100 000 habitantes). En el 2000, la distribución porcentual de las causas fue de 53,2% para las enfermedades no transmisibles, 38,3% para las transmisibles y 8,5% para las causas externas, en tanto que para el 2019 los porcentajes fueron de 72,7%, 18,6%, y 8,7%, respectivamente (figura 6).

Figura 6. Mortalidad proporcional en Bolivia, 2000 y 2019

Mortalidad por Cáncer

Al observar la mortalidad por cáncer según el sitio tumoral, puede advertirse que durante el 2019 la población masculina presentó una tasa ajustada de mortalidad por cáncer de próstata de 11,5 por 100 000; de pulmón, de 10,3 por 100 000, y de colon y recto, de 4,7 por 100 000. En el caso de las mujeres, los valores fueron de 9 por 100 000 para cáncer de mama; de 5,4 por 100 000 para cáncer de pulmón, y de 3,6 por 100 000 para cáncer de colon y recto.


Perspectivas

Avances en políticas públicas nacionales que coadyuvan al logro de los objetivos de eliminación de enfermedades

El Ministerio de Salud y Deportes de Bolivia ha tenido importantes avances para garantizar el acceso universal, equitativo, oportuno y gratuito de la población boliviana mediante el lanzamiento del Sistema Único de Salud en Bolivia (SUS), desde febrero del 2019 garantizando el acceso a más de 7,5 millones de personas [1]. En los cinco años de vigencia del SUS, los servicios que se ofertan se han ampliado de manera sustancial al punto que, en la actualidad se incluyen, la atención de enfermedades crónicas o de alto costo tales como las enfermedades renales y algunos tipos de cáncer.

El marco referencial de todas las iniciativas de desarrollo del sistema nacional de salud tiene que ver con la implementación de la política La Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI) se reconoce como la política de salud de Bolivia [2][3]. Es una de las principales políticas que contribuye al propósito regional de avanzar hacia la eliminación y control de enfermedades al promover un sistema de salud universal con un primer nivel de atención de salud fuerte y centrado en las personas, familias y comunidades. La SAFCI está claramente inscrita en el paradigma de “Vivir Bien” (Suma Qamaña - Sumaj Kawsay - Iyambae)[4], que orienta la política de Bolivia desde la Constitución Política del Estado de 2009. Esta política consta de un modelo de gestión participativa y uno modelo de atención sanitaria integral. El modelo de gestión se implementa a través de la conformación de estructuras sociales en salud que van desde la comunidad organizada en el nivel local - autoridad local de salud - hasta una estructura nacional - consejo nacional social de salud. Estas estructuras, en líneas generales, funcionan como contraparte de las instancias de gestión institucional del sistema sanitario y ejercen roles de participación en la planificación, ejecución y control de la gestión. La implementación del modelo de atención SAFCI, prioriza la promoción de la salud, entendida como la acción sobre sus determinantes sociales y el enfoque integral (bio-psico-sociocultural) en la persona, la familia y la comunidad. Las brigadas móviles SAFCI, mayoritariamente médicos y enfermeras, dan atención médica gratuita en domicilio y recogen datos de determinantes sociales locales de la salud en la Carpeta Familiar teniendo como centro de operaciones un establecimiento público cercano o ambientes prestados por la comunidad o el municipio. Se reporta más de 3.300 médicos trabajando y 12.014.635 atenciones realizadas en visita familiar.

Otro importante marco referencia en Bolivia es la “Norma Nacional de Redes Integradas de Servicios de Salud (RISS)” con la finalidad de contribuir a la integración de las 106 redes de servicios de salud y potenciar la capacidad resolutiva. El fortalecimiento integral del conjunto de redes del país permite mejorar el acceso, la calidad y la eficiencia de toda la acción sanitaria, incluyendo el diagnóstico y tratamiento y manejo de enfermedades transmisibles.

El Programa Bono Juana Azurduy (PBJA) instituido por medio del Decreto Supremo N.º 066 de 3 de abril de 2009, su objetivo es “Instituir el incentivo para la maternidad segura y el desarrollo integral de la población infantil de cero a dos años, en el marco del Plan Nacional de Desarrollo y las políticas de erradicación de la pobreza extrema”. El Bono constituye una de las políticas sociales del Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia que consiste en fomentar una atención integral para las embarazadas, niñas y niños menores de dos años, con el aporte de cuatro paquetes del Subsidio Universal Prenatal por la Vida. Por medio de su contribución a un mejor acceso a los servicios básicos y de salud, este programa contribuye a un mejor control de las enfermedades y a la eliminación de barreras para una vida plena y prospera [4].

Para el año 2021 el Gobierno ha implementado las “Brigadas Móviles Intersectoriales de Protección Social a los Pueblos Indígenas Originarios Campesinos”, que tienen la misión de llegar a las zonas más remotas del país con la finalidad de atender a los sectores sociales más vulnerables, facilitando el acceso a beneficios sociales y, en consecuencia, al ejercicio pleno de sus derechos.

Las Brigadas móviles intersectoriales tienen el objetivo de promover el acceso a la salud integral y los beneficios que el Gobierno otorga a través de las diferentes instituciones dependiente del Estado, a la población del Binomio Madre-Niño y Niña (mujeres gestantes y niños menores de dos años) que no cuentan con un Seguro Social de Corto Plazo y a la población en general de pueblos indígenas originarios campesinos del Bolivia. La Cobertura de las brigadas es llegar a 336 municipios y los 7 territorios indígenas originarios campesinos del Estado Plurinacional de Bolivia. Con la realización de un total de 221 brigadas.

Avances en los objetivos de eliminación de enfermedades

Enfermedades prevenibles por vacunación

En los últimos años, los datos reflejan un descenso progresivo de las coberturas de vacunación de todo el esquema nacional a excepción de la vacuna del virus del papiloma humano (VPH). Es así como la cobertura de DPT3 ha pasado de 84,3% en 2018 a 66,8% en 2023 en la población menor de un año. En cuanto a la cobertura con SRP1 ha pasado de 90,2% a 67,5% en el mismo periodo, mientras que las coberturas con SRP2 han incrementado un 11,6% sin embargo sigue siendo una cobertura critica situándose por debajo del 50% a nivel nacional.

Cada año, se diagnostican aproximadamente 7.276 mujeres con cáncer cervical en Bolivia (9). Este tipo de cáncer representa entre el 24% y el 25% de todos los cánceres que afectan a mujeres en el país. Entre 2016 y 2020, se registraron 47.896 nuevos casos de cáncer en Bolivia, con una alta incidencia en los departamentos de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba. Chuquisaca, Tarija y Potosí también reportaron un número significativo de casos (3).

Las coberturas con VPH han tenido in incremento del 19% en comparación con el año 2020, pasando de 59,6% a 78,7%. la estrategia principal utilizada por Bolivia es la vacunación en unidades educativas, aunque también se oferta esta vacuna en los establecimientos de salud de primer nivel principalmente. En el 2023 el país amplio la vacunación de las niñas hasta los 14 años, incluyó la vacunación de varones a los 10 años y en adición modificó el esquema nacional pasando de dos dosis a un esquema de una dosis siguiendo las recomendaciones del Comité Nacional de Inmunización.

Desde finales de 2022, Bolivia introdujo el tamizaje con prueba del VPH en los centros de atención primaria de salud, en algunos centros piloto del país. En donde la recolección de muestras se lleva a cabo por los proveedores de salud para su envío a laboratorios con plataformas moleculares disponibles. Las mujeres VPH positivas son llamadas de nuevo al centro de salud para realizar IVAA para evaluar la extensión de las lesiones y determinar el tratamiento con ablación térmica o biopsia. Este servicio ha sido incorporado a la Seguridad Social en algunos departamentos y se pretende ampliar en el transcurso de los años.

En algunos casos, también se han implementado campañas de tamizaje con unidades móviles realizando PAP para aumentar la cobertura de detección del CaCU. Por otro lado, cuenta con el programa de TELESALUD, con colposcopía digital que permite un diagnóstico de lesiones para posterior manejo y tratamiento definitivo.

Las coberturas de vacunación de la vacuna PCV13 han tenido un drástico descenso al igual que los demás biológicos, pasando del 84.2% en 2018 a 66.9% en 2023.

El país se mantiene libre de sarampión sin embargo la tasa de notificación de casos de sarampión esperada de 2 por cada 100.000 habitantes desde el año 2020, solo se alcanzó en 2022. En cuanto al desempeño de la vigilancia por departamento, solo cuatro de ellos cumplen con la tasa mínima de 2 por cada 100.000 habitantes; tres de ellos no llegan ni al 50% de la meta mínima, preocupan por su peso poblacional (Santa Cruz y La Paz) y su dispersión poblacional (Potosí). El indicador de investigación en las primeras 48 horas se cumple en todos los departamentos.

El indicador de casos con muestra de sangre adecuada que llegan al laboratorio antes de cinco días se cumple con un 90% a nivel nacional. En 7 de los 9 departamentos se alcanza un porcentaje 80% o más. El indicador de casos con resultados reportados antes de los 4 días se cumple a nivel nacional con un 81% y en 5 de los nueve departamentos alcanzan un porcentaje superior al 80% esperado.

Igualmente, el país no registra casos de polio y aunque se mantienen los esfuerzos de vigilancia el país la tasa de notificación de casos de parálisis flácida aguda (PFA) esperada de 1 por cada 100.000 habitantes solo se cumplió en 2022. En los años 2020 y 2021 se alcanzaron las cifras más bajas (0,43 y 0,51) de reporte que incrementaron el año 2023 (0,8) pero sin lograr la meta.  Solo tres de nueve departamentos Chuquisaca, Cochabamba y Potosí cumplen con la tasa de notificación esperada; departamentos grandes como Santa Cruz y La Paz no cumplen con la tasa mínima y Beni, Oruro y Pando no notificaron ningún caso durante la gestión 2023. En cuanto a la tasa de notificación por municipio, solo 12 de los 339 municipios reportaron casos en este periodo. Sin embargo, los establecimientos de salud realizan la “Búsqueda Activa de casos de Parálisis Flácida Aguda BAI y la Búsqueda Activa de Contactos BAC” de manera rutinaria.

En cuanto a los indicadores de desempeño de la vigilancia, investigación oportuna, toma de muestra adecuada y seguimiento de la parálisis residual a los 60 días el país cumple con el mínimo esperado del 80%.

En los últimos años, Bolivia ha enfrentado varios brotes de meningitis bacteriana. Los datos de vigilancia epidemiológica registraron un total de 507.147 casos para 2022 lo que equivale a 41.983 casos por millón de habitantes y 441.381 casos, equivalentes a 36.538 por millón de habitantes para el año 2021. El país realiza la vigilancia centinela de meningitis bacterianas en 5 hospitales y lleva a cabo visitas de supervisión anual para verificar el cumplimiento de los indicadores[5].

En Bolivia, las áreas endémicas para fiebre amarilla corresponden al 65% del territorio nacional, que comprende la llanura subtropical y la zona de pie de la cordillera andina, con focos enzoóticos que afectan principalmente a poblaciones que viven en condiciones socioeconómicas críticas. A esta situación se suma la alta migración de pobladores del occidente hacia zonas endémicas. En el periodo 2020 a 2023 se han notificado 12 casos de fiebre amarilla y 5 muertes. Las coberturas de vacunación de la vacuna con fiebre amarilla al año también han experimentado un marcado descenso pasando del 86% en 2018 a 66.9% en 2023 (13).

Enfermedades Infecciosas Desatendidas

En cuanto a la malaria, el país ha intensificado sus programas de control de vectores y tratamiento de casos, especialmente en áreas endémicas. Estas intervenciones buscan reducir la incidencia de la enfermedad y avanzar hacia su eliminación en todo el territorio nacional (6). En Bolivia, durante la gestión 2023, se analizaron por microscopía un total de 150.398 muestras de sangre, tanto del sector público como privado, para la detección de malaria. De este total, 7.391 resultaron positivas (359 casos de P. falciparum y 6.882 de P. vivax), lo que representa una tasa de positividad del 4,9%. De los 359 casos de P. falciparum, 214 (59,6%) están concentrados en el municipio de Riberalta, Beni y 63 (17,5%) en el municipio de Sena departamento de Pando. En cuanto a la distribución geográfica, el departamento de Pando concentró el 93% de los municipios afectados, seguido por el departamento del Beni con un 35%. El resto de los departamentos presentaron una afectación municipal inferior al 5%. Cabe destacar que durante la gestión 2023 no se registraron defunciones atribuidas a la malaria (12).

Bolivia sigue siendo un país endémico para rabia, desde 2013 al 2022 se registraron 31 defunciones de personas por el virus de la rabia, transmitida por perro con el mayor número de casos registrados en 2017 (13) y un total de 2.739 casos de rabia canina reportados durante el mismo periodo con 965 casos en 2017. Para 2023 se reportaron 171 casos de rabia canina y 2 casos de rabia humana transmitida por perro. Seis de los nueve departamentos de Bolivia presentaron casos de rabia humana en los últimos tres años (13).

El análisis de los datos sobre la gestión de la sífilis congénita en 2023 reportó un total de 317 casos (165 niños y 152 niñas) lo que revela una distribución heterogénea de la enfermedad a nivel departamental en Bolivia. Aunque la incidencia nacional es de 3 casos por cada 100.000 habitantes, se observan variaciones significativas entre los departamentos. Potosí y Chuquisaca presentan las tasas más altas, con 8 y 5 casos por cada 100.000 habitantes, respectivamente (15).

Existe limitada información en cuanto a la prevalencia de las hepatitis virales en el país. Desde 2010, hasta el 2022 se han reportado 1.393 casos de hepatitis B en Bolivia. La prevalencia estimada a partir de 2022 de hepatitis C registra una tasa de 0,01% y desde 2010, hasta el 2022 se han reportado 1.752 casos de hepatitis C en el país.  En los últimos 10 años, desde 2012 hasta 2022 se han declarado[5],[6] tan solo 15 casos de hepatitis B en niños menores de 1 año, siendo 7 de ellos importados (13).

Bolivia no ha registrado casos de tracoma históricamente, la situación de vulnerabilidad en territorios indígenas ha llevado al país a unirse al proyecto de eliminación del tracoma como problema de salud pública en la región. Desde octubre de 2023, se han realizado evaluaciones rápidas de tracoma en distritos priorizados, con el objetivo de determinar si esta enfermedad representa un problema de salud pública en el país y definir estrategias para su eliminación. Estas evaluaciones se llevan a cabo junto con otras acciones de salud pública, como la captación de personas con patologías oculares para participar en campañas de cirugía de ojos organizadas por el Ministerio de Salud. Además, en el marco de este proyecto, se está fortaleciendo el área de salud ocular con la elaboración del Plan Nacional de Salud Visual y la lucha contra la ceguera, que incluye la vigilancia del tracoma y otras patologías oculares[6].

En relación con la enfermedad de Chagas, los datos del Programa Nacional de Chagas en Bolivia correspondientes al periodo 2011-2018, revelan una considerable carga de la enfermedad en la población. La prevalencia de la infección fue del 7,14%, identificándose más de 810.000 casos. La transmisión vectorial resultó significativa, con una incidencia anual de 1.011 nuevos casos por esta vía. La enfermedad de Chagas congénita también representó un grave problema de salud pública, con más de 4.300 casos anuales. Es preocupante la alta prevalencia en mujeres en edad fértil, que alcanza el 18%, lo que subraya la importancia de implementar medidas de prevención y control de la transmisión materno-infantil, cuya incidencia se estima en un 1,3%. Además, la cardiopatía, una complicación crónica de la enfermedad, afectó a un número considerable de individuos durante este periodo, con un total de 178.242 casos (11).

Entre 2020 y 2023 se registraron un total de 24.008 casos de equinococosis quística/hidatidosis en Bolivia. La mayoría de los casos se reportaron en Santa Cruz, concentrando más de la mitad de los casos (12.819). Los departamentos de La Paz (2.717), Chuquisaca (2.378), Cochabamba (1.783), Oruro (1.585), Potosí (1.585) y Tarija (1.141) también presentaron cifras significativas (13).

El Ministerio de Salud de Bolivia presentó un estudio realizado entre 2011 y 2012 sobre la prevalencia de infecciones parasitarias intestinales en la región del Chaco, destacando una significativa disminución en la incidencia de helmintos transmitidos por el suelo en comparación con datos de los años 80. Las tasas de anquilostomas bajaron del 50% a 0,4%, ascaris lumbricoides del 19% a 1,5%, y trichuris trichiura se redujo de más del 19% a 0% (14).

En relación con la Fasciola hepática, las prevalencias e intensidades de infección más altas de fascioliasis en el mundo fueron registradas en Bolivia, en un área localizada entre la capital La Paz y el Lago Titicaca, a 3820-4100 m de altitud. En el Altiplano norte de la Paz se encontraron prevalencias de hasta el 72% por coprología y el 100% por serología e intensidades de infección de hasta más de 8.000 huevos por gramo de heces (epg, por sus siglas en inglés. En marzo de 2023, con el propósito de analizar el impacto de las campañas anuales de administración masiva con triclabendazol efectuadas durante 10 años en el Altiplano Norte, se implementó el estudio de prevalencia en niños/as de las escuelas ubicadas en el Altiplano Norte. Del total de 1.070 niños positivos un total de 54 resultaron positivos (5%) (6).

En el caso de la lepra, entre 2015 y 2023 se notificaron 457 casos nuevos, principalmente en el departamento de Santa Cruz, afectando en su mayoría a hombres de entre 25 y 64 años, siendo la forma multibacilar (MB) la más frecuente. En 2024, se notificaron 6 casos nuevos de lepra tipo paucibacilar (PB) y 4 del tipo MB, con una tasa de detección de 0,05 por cada 100.000 habitantes hasta la semana epidemiológica 24 (6).

Para las infecciones de transmisión sexual, el análisis de los datos de incidencia de gonorrea a nivel nacional muestra un total de 2.635 casos, revelando una distribución heterogénea de la enfermedad en Bolivia durante la gestión 2023. Potosí y Tarija presentan las tasas más altas, con 51 y 44 casos por cada 100.000 habitantes respectivamente. Aunque la incidencia nacional es de 23 casos por cada 100.000 habitantes, existen marcadas diferencias entre departamentos, con tasas que varían desde 13 en Santa Cruz hasta 51 en Potosí. Además, se observa una predominancia de casos en el sexo masculino en la mayoría de los departamentos, con 1.640 varones y 995 mujeres Es importante destacar que entre el 10% y el 40% de las personas con infección por gonorrea también presentan una infección por clamidia (15).

Se estima que en 2023 hay unas 31.000 personas viviendo con el VIH en Bolivia. De estos 30.000 son adultos mayores de 15 años y unos 710 menores de 15 años viviendo con VIH en el país. Se calculan unas 2.000 nuevas infecciones al año y unas 630 muertes relacionadas con la enfermedad. El 57% de las personas que conocen su estado están en tratamiento y de esos el 47% lograron supresión viral. Las personas transgénero son las que presentan una mayor prevalencia de VIH con un 30,8% seguidas de los hombres que tienen sexo con hombres con el 25,8%. No se cuentan con datos oficiales de lascoberturas de tamizaje en mujeres embarazadas, de las 605 embarazadas diagnosticadas 541 (89,4%) recibieron tratamiento antirretroviral (17).

Para el año 2022 se notificaron un total de 8.073 casos nuevos de tuberculosis, predominando la forma pulmonar con 5.789 casos con una mayor incidencia en hombres (5.158) y mujeres (2.915). En relación con los niños de entre 0 y 14 años diagnosticados con tuberculosis, se registraron 245 casos en 2022, de los cuales 112 eran niños y 133 niñas. En 2022, 7.387 pacientes diagnosticados con TB se realizaron la prueba del VIH, y los datos muestran que el 4,7% resultaron positivos para VIH. En cuanto a la detección de diabetes en el momento del diagnóstico de tuberculosis, se analizaron 7.304 pacientes, de los cuales 937 (12,8%) resultaron positivos para diabetes (17)

En cuanto al cáncer de cuello uterino, Los datos para la gestión 2023 revelan una marcada disparidad en la incidencia de cáncer de cuello uterino entre los departamentos de Bolivia. Si bien el total de casos a nivel nacional asciende a 6.918, la tasa de incidencia por cada 100.000 habitantes varía considerablemente, desde 2 casos en el departamento del Beni hasta 161 en Chuquisaca (15).

Bolivia ha experimentado varios brotes de cólera a lo largo de su historia. El último brote significativo ocurrió en 1992, cuando se reportaron 1.044 casos y 62 muertes. Las áreas más afectadas fueron Cochabamba, con 700 casos y 23 muertes, y Tarija, con 221 casos y 28 muertes (18). El último caso de peste bubónica oficialmente registrado y confirmado en Bolivia correspondió a un estudiante de 14 años del municipio de Apolo, quien falleció el 7 de agosto de 2010. En 2011, hasta el 5 de diciembre, se reportó un caso sospechoso de peste bubónica, aunque no fue confirmado. Es notable que, en 2010, los informes epidemiológicos del Ministerio de Salud y Deporte de Bolivia no consideraran la peste bubónica como un evento de notificación obligatoria (19).

  1. ¿Qué esfuerzos actuales está realizando el país para acelerar la Iniciativa de Eliminación, y en qué enfermedades? Incluya información sobre la hoja de ruta del país desde ahora hasta 2030.

Enfermedades prevenibles por vacunación

Bolivia se mantiene libre de sarampión, la rubeola, el síndrome de rubeola congénita, la poliomielitis y el tétano neonatal a través de la aplicación efectiva de estrategias de vacunación, vigilancia epidemiológica y de laboratorio. Así mismo, el país mantiene un plan actualizado para la sostenibilidad de la eliminación de estas enfermedades.

Como respuesta en el descenso en las coberturas de inmunización en el país se han aplicado varias estrategias de vacunación entre ellas campañas nacionales contra el Sarampión y la poliomielitis a menores de cinco años y con la vacuna IPV a población de 5 a 8 años, las mismas han permitido reducir el número acumulado de susceptibles.

El país ha realizado coordinación y abogacía Inter programática, intra e intersectorial emitiendo instructivos nacionales conjuntos para evitar barreras en la oferta de los servicios de vacunación como por ejemplo largas filas, prescripción médica para la vacunación tanto en el sector público como en la seguridad social a corto plazo y de esta manera reducir el tiempo de espera que desalienta la vacunación.

Además, han fortalecido los vacunatorios con mayor demanda de vacunación en ciudades capitales para ampliar los horarios y días de vacunación.

Se ha logrado incrementar en el país las coberturas de vacunación contra el VPH, así mismo ha ampliado la edad de vacunación hasta los 14 años en las niñas y ha incluido a los niños de 10 años. Además, realizó cambios al esquema nacional de vacunación pasando de un esquema de dos dosis a una dosis.

Ante la notificación de casos de sarampión (5) en el periodo 2020 a 2024 el país ha brindado una respuesta rápida implementando las acciones de control, búsqueda activa institucional y comunitaria, emisión de alertas epidemiológicas y seguimiento a contactos acorde a las recomendaciones regionales. Estas acciones han evitado el restablecimiento de la transmisión endémica en el país.

Así mismo, el país mantiene un plan actualizado para la sostenibilidad de la eliminación de estas enfermedades.

Tracoma

Bolivia no ha reportado casos autóctonos de tracoma. Considerando las condiciones de vulnerabilidad de los territorios indígenas se incluyó a Bolivia en el Proyecto eliminación del tracoma como problema de salud pública que lleva a cabo a nivel regional, iniciado en octubre del 2023. Actualmente se vienen desarrollando Evaluaciones Rápidas de Tracoma en 4 distritos priorizados de 3 departamentos (Cochabamba, Santa Cruz y Pando) seleccionados por sus condiciones de vulnerabilidad para determinar la tasa de incidencia y definir si tracoma es un problema de salud pública en Bolivia a partir de ahí poder definir estrategias de intervención de ser necesario (6).

Las evaluaciones rápidas de tracoma están siendo realizadas de manera integral llevando brigadas médicas al mismo tiempo que se realizan las encuestas de tracoma y dando respuesta a otros problemas de salud que se identifican en la población. Adicionalmente a tracoma se están identificando pacientes con pterigión y cataratas a los cuales se les invita a participar en las Campañas de Cirugía de Ojos del Ministerio de Salud. Adicionalmente en el marco del Proyecto Tracoma, se está fortaleciendo el área de salud ocular con la elaboración del Plan Nacional de Salud Visual y lucha contra la ceguera, que incluirá la vigilancia del tracoma, como también las estrategias, alianzas y acciones para atender la problemática de las patologías oculares en Bolivia (6).

Fascioliasis

Bolivia recibe desde el año 2007 donaciones de triclabendazole por parte de la OMS para la implementación de campañas anuales masivas de desparasitación para el control y la eliminación de la fascioliasis en 17 municipios endémicos de la zona altiplánica de Bolivia. El Ministerio de Salud y Deportes junto con el Servicio Departamental de Salud de la Paz han destinado recursos para la logística de las campañas que se realizan anualmente en todas las escuelas, centros de salud y mediante visitas casa a casa en las comunidades de los municipios endémicos. En los últimos 5 años se han realizado 3 campañas en 2019, 2021 y 2023 logrando alcanzar coberturas de 87,1%, 92,9% y 94,2% en la población de mayores de 5 años (6).

Rabia

La vacunación antirrábica canina se implementó en el país a partir de 1987, hasta ese entonces las coberturas eran muy bajas (8%), a partir de 1990 se intensificó la ejecución de campañas de vacunación masivas en todas las capitales del país y en ciudades intermedias en los departamentos considerados de mayor riesgo: Cochabamba, Santa Cruz, La Paz, Potosí, y Oruro movilizándose a 6.000 vacunadores, contando con la participación de todas las instituciones que conforman los Comités Regionales de Zoonosis entre las que se encuentran las Alcaldías, Prefecturas, Universidades, ONGs, Sociedades Médicas y Sociedades Protectoras de animales (17).

El año 1998 se recomendó mayor énfasis en la vacunación de cachorros a partir del primer mes de edad. A nivel nacional se reportaban coberturas de 45%. Para el año 2000 las coberturas a nivel nacional superaron el 70% de cobertura con vacunas de cerebro de ratón lactante (CRL) adquiridas por importación y por la vacuna producida por INLASA a nivel nacional.

En el año 2017 se comienza a remplazar el uso de vacuna de CRL por vacuna de cultivo celular (CC) en las campañas de vacunación antirrábica a nivel nacional adquiridas a través del Fondo Rotatorio de la OPS.

Para el año 2023 se reportó una cobertura general a nivel nacional de 87% con vacuna de CC antirrábica canina (13).

  1. ¿Cuáles son los desafíos y las brechas en relación con las cuatro líneas estratégicas de acción de la Iniciativa de Eliminación descritas a continuación?

i. Fortalecimiento e integración de los sistemas de salud y la prestación de servicios

El Estado Plurinacional de Bolivia ha intentado integrar más su sistema de salud y disminuir la segmentación del financiamiento en los últimos 5 años, esto a través de la iniciativa del Sistema Único de Salud (SUS), la Política de Salud Familiar y Comunitaria Intercultural (SAFCI), la norma Nacional de Redes Integradas de Servicios (RISS), la Creación de subsidios directos a la familia gestante y/o con niños menores de dos años, la creación de un sistema de referencia y contrarreferencia, y la creación de un Sistema Único Información de Salud (SUIS).

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos aún persisten un subsistema público, otro de la seguridad social multiinstitucional, iniciativas de Organizaciones No Gubernamentales y el subsistema privado, donde la fragmentación es una debilidad que afecta la prestación continua y coordinada de los servicios en torno a los problemas de salud, las personas, sus familias y comunidades.

La fragmentación del subsector público se sustenta en la administración autónoma de los establecimientos de salud del primer y segundo nivel de atención por 336 Gobiernos municipales, cinco Gobiernos Indígenas y de los hospitales de tercer nivel de nueve Gobiernos Departamentales. Las administraciones autónomas se rigen por atribuciones y responsabilidades que deberían ser complementarias, pero que en la práctica muchas veces duplican acciones y no tienen obligación formal, incentivos ni instrumentos para integrarse, coordinar o, al menos, conocer las acciones de los otros. Uno de los ejemplos más evidentes y de mayor repercusión es el del financiamiento y dependencia de los recursos humanos. En la actualidad, existe personal operativo financiado por el Tesoro General del Estado, otros a través de los Servicios Departamentales y municipales de Salud y otros directamente desde el nivel central - programas nacionales como Mi Salud, Telesalud o Bono Juana Azurduy y, en menor medida programas nacionales dependiendo de la dirección general de epidemiologia. Cada grupo tiene un régimen laboral, dependencia institucional, salario y horario distintos y cada uno responde a sus propios lineamientos.

Se ha evidenciado un aumento de la inversión del financiamiento al sistema de salud público en Bolivia desde el año 2010 hasta el 2018, sin embargo, hasta el 2019, 51% de la población no tenía una protección financiera en salud estable. Con la promulgación de la Ley N.º. 1152 “Hacia el Sistema Único de Salud, universal y gratuito” la segmentación del sistema sanitario ha disminuido sustancialmente. Todavía existen significativas diferencias en el acceso a los servicios de salud dependientes del financiamiento, a servicios de salud cercanos a las personas, la disponibilidad de recursos humanos adecuados y el acceso a medicamentos, insumos y suministros al momento de necesitarlos.

ii. Fortalecimiento de la vigilancia de la salud y los sistemas de información

Bolivia está llevando a cabo esfuerzos significativos para fortalecer su sistema de información en salud y avanzar en la transformación digital del sector salud. En este contexto, se ha logrado un progreso considerable hacia el establecimiento del Sistema Único de Información en Salud (SUIS), que busca integrar y optimizar la gestión de datos sanitarios en el país. Entre las iniciativas en marcha, se destacan la mejora de la información sobre hechos vitales, el Registro Único de Establecimientos de Salud (RUES), y el sistema integrado de vigilancia epidemiológica, así como la vigilancia de la mortalidad materna y el Registro Nominal de Vacunación (RNV). Además, se está trabajando para fortalecer el sistema de registro civil y las estadísticas vitales, elementos fundamentales para una gestión sanitaria efectiva. Recientemente el país completó la Encuesta Demográfica y de Salud en 2023, y en marzo de 2024 se llevó a cabo el Censo de Población y Vivienda, ambas iniciativas cruciales para la recopilación de datos que informan políticas públicas.

El país realizó un análisis del modelo de madurez para los sistemas de información en salud (IS4H) durante 2023 donde el análisis de los resultados identificó la falta de una estructura/mecanismo de gobernanza intersectorial de IS4H bajo el liderazgo del nivel central con funciones, roles, responsabilidades y flujos claramente definidos para la toma de decisiones estratégicas y técnicas como un importante desafío. Una brecha importante en la implementación de la estrategia de digitalización es la necesidad de fortalecer las capacidades del personal de salud en la gestión de datos, análisis y alfabetización digital además de la necesidad de mantener las sinergias entre el sector salud y otras áreas del gobierno promotoras de innovación y transformación digital.

iii. Abordaje de los determinantes ambientales y sociales de la salud

Defecación al aire libre: Comparando con los importantes avances en acceso al agua, el gobierno de Bolivia reconoce las aún elevadas brechas sobre acceso a saneamiento básico. Considerando la alta migración campo-ciudad y la falta de servicios básicos en estas zonas de alta concentración urbana el Viceministerio de Agua Potable y Saneamiento Básico ha impulsado inversiones como el: “Proyecto Abastecimiento de Agua y Alcantarillado en Áreas Periurbanas y Pequeñas Localidades”. Dentro de los desafíos para la eliminación al aire libre están principalmente: i) la elevada dispersión de viviendas en zona rural, sobre todo con geografía montañosa que incrementan los costos de sistemas de saneamiento con arrastre de agua, ii) la adopción cultural de los baños, principalmente baños   secos donde los baños con arrastre de agua no son viables por déficit hídrico.

Combustibles de biomasa contaminantes para cocinar: Bolivia ha sido uno de los países con mayor inversión en expansión de redes de gas domiciliario y la ampliación de distribución de GLP. También se han realizado proyectos de acceso a viviendas. Sin embargo, persisten brechas en áreas rurales remotas que continúan con el uso de combustibles sólidos. Distintas organizaciones sin fines de lucro promueven el acceso a fuentes de energías alternativas, como cocinas solares, y el uso de cocinas de uso eficiente de leña que expulsan la contaminación fuera de las viviendas, sin embargo, queda el desafío de la adopción como política pública, fomento económico y el escalamiento de estas iniciativas.

iv. Fortalecimiento de la gobernanza, la gestión y la financiación

Las Funciones Esenciales de la Salud Pública (FESP) entendidas como las capacidades de las autoridades de salud, en todos los niveles institucionales y junto a la sociedad civil, para fortalecer los sistemas de salud y garantizar un ejercicio pleno del derecho a la salud, actuando sobre los factores de riesgo y los determinantes sociales que tienen un efecto en la salud de la población. Se viene trabajando e implementando en Bolivia desde el año 2021, proceso que inicia con la etapa de diagnóstico y entre los años 2022 y 2023 se desarrollan las etapas de definición técnica y la de consulta en el nivel nacional. Estos avances, además de haberse constituido como el inicio de un proceso estructurado y sistemático de fortalecimiento a la gobernanza nacional en salud, también han servido como instrumento de planificación estratégica que han servido como guía de las acciones de los últimos años en el marco del Plan Sectorial de Desarrollo Integral de Salud.

La etapa de consulta a nivel nacional ha sido concluida y debe continuar la consulta en los niveles subnacionales, para lo cual es necesario un trabajo particularizado en cada uno de los 9 departamentos y sus respectivos gobiernos autónomos departamentales en el marco de la descentralización y su autonomía que ellos gozan. Bolivia inicia un proceso de conformación de su nuevo Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2025-2030, en la cual se incluyen los elementos estructurales y Normativos que definen la Política de Salud en los siguientes 5 años, los resultados de la medición de las FESP son un insumo importante para la toma de decisiones y la determinación de estrategias a definir.

Otro de los elementos centrales en la gobernanza en salud es la participación social, que en Bolivia está establecida y regulada por ley y es, a su vez, un pilar fundamental de la Política de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI). Esta situación ha hecho que la Participación Social particularmente en Salud tenga un avance sin precedentes en la región y se constituya en un referente a nivel de América Latina.

Sin embargo, pese a los importantes esfuerzos y recursos que se han invertido en la última década para lograr la consolidación de la estructura social en salud, constituida por representantes de la sociedad civil en los espacios de deliberación en salud tanto local, municipal, departamental y nacional, aún se tienen grandes desafíos para poder capitalizar su participación en la toma de decisiones basada en el conocimiento e información oportuna y pertinente capaz de incidir en el abordaje y la modificación positiva de las determinantes sociales de la salud; siendo esta una de las tareas y desafíos pendientes que se debe encarar en todo el territorio nacional y que bien puede ser liderada desde el sector salud como se ha propuesto en la misma política SAFCI.[7]

Por su parte, en cuanto al financiamiento, en las últimas décadas, el compromiso de Bolivia con la mejora continua de la salud ha sido evidenciada a través del incremento constante y sostenido del presupuesto y consecuentemente del Gasto Total en Salud que en el año 2005 fue de 4.924 millones de bolivianos, alcanzando la cifra de 21.316 millones de bolivianos para el año 2019 (18).

Paralelamente, en ese mismo periodo, se dio una disminución sostenida del gasto de bolsillo respecto al gasto corriente en salud que, en el 2005 fue del 32% y que en el 2021 se registró en un 22,7% (19).

  1. ¿Cómo se aborda o se incorpora la equidad en salud en los esfuerzos de la Iniciativa de Eliminación del país?

El Estado Plurinacional de Bolivia ha asumido dos desafíos impostergables para el logro de la equidad: la descolonización y la despatriarcalización. En este marco se plantea coadyuvar para alcanzar la igualdad de género y derechos humanos en salud en Bolivia. 

Se entiende por “despatriarcalización” como el proceso de construcción de una sociedad de equilibrio, orientado a superar las jerarquías y privilegios para desmontar el orden fundado en la distribución desigual del poder entre hombres y mujeres en la sociedad, la comunidad, la familia y el Estado. Como “descolonización” se plantea la subversión al orden patriarcal bajo la descomposición de relaciones y sistemas de poder, opresión y exclusión de nuestros pueblos y poblaciones históricamente vulnerados.

Se reconoce que el sistema patriarcal se entrecruza con otros sistemas y formas de dominación como son las de clase, etnia, lugar de procedencia y otras y se extiende hacia otros sujetos sometidos al poder, tal es el caso de las niñas, niños, las y los adolescentes, la juventud y los pueblos indígenas originarios campesinos, afrodescendientes, población LGBTIQ+. Asimismo, oprime también a los hombres, quienes son interpelados constantemente a través de estereotipos sexistas. 

El reto planteado es permear las políticas, protocolos, normas de la Iniciativa de Eliminación del país con una mirada despatriarcalizadora que permita hacer más eficientes las intervenciones tomando en cuenta que la prevención y promoción y las atenciones en la salud deben responder a las diferentes demandas y necesidades de las poblaciones diversas.

En este sentido, se está avanzando para desarrollar normas técnicas para la despatriarcalización en salud con la participación de las distintas direcciones.  Así mismo, se trabaja una agenda de salud con las organizaciones sociales como la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa y con las Asociaciones Municipales.

  1. ¿Qué estrategias de participación comunitaria y de la sociedad civil existen relacionadas con la eliminación de enfermedades? Proporcione ejemplos de buenas prácticas.

El Decreto Supremo N.º 29601 establece el nuevo Modelo Sanitario de Bolivia, denominado "Modelo de Salud Familiar Comunitario Intercultural" (SAFCI) - que posteriormente se estableció como política nacional - con un componente de servicios y un componente de gestión en salud. Allí se establecen las estructuras de participación social y se vinculan con los niveles de gestión estatal en salud, abarcando desde lo local hasta lo nacional.

La participación de la estructura social destaca a la Autoridad Local de Salud, el Comité Local de Salud, el Consejo Social Municipal de Salud, el Consejo Social Departamental de Salud y el Consejo Social Nacional de Salud como actores indispensables en la toma de decisiones y control social. Las decisiones se toman de forma participativa e incluyen la gestión de la salud en la planificación, ejecución, administración, seguimiento y control, con los diversos actores sociales en constante interacción con el sector salud.

El Consejo Social Nacional de Salud (COSONASA) actúa también como un actor orgánico de control social, conforme a la Ley N.º 341 (2013) de Participación y Control Social. Su función principal es articular las necesidades y propuestas en salud de todas las organizaciones sociales ante el Ministerio de Salud y Deportes.

Actualmente Bolivia está fortaleciendo su estructura de gestión participativa y ya tiene conformados 8 Consejos Departamentales de Salud (COSODeSAS) y 1 COSONASA, que deberá elegir su nueva directiva este 2024.

Algunos actores sociales relevantes en la eliminación y control de enfermedades transmisibles son:

Organizaciones Indígenas:

  • Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu – CONAMAQ
  • Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente de Bolivia (CIDOB)
  • Asamblea del Pueblo Guaraní (para TRACOMA)

Organizaciones Campesinas

  • Confederación Sindical única de Trabajadores Campesinos de Bolivia
  • Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa”
  • La Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB)

Para el control de la Tuberculosis

  • ASPACONT Bolivia es una organización dedicada a apoyar a personas afectadas por la tuberculosis en Bolivia. Trabaja de manera voluntaria para asegurar la captación de nuevos pacientes y el seguimiento de aquellos que ya han iniciado su tratamiento hasta su finalización. Busca también garantizar condiciones óptimas para los pacientes de tuberculosis en el sistema de salud público y realiza seguimientos en los hogares de los pacientes para prevenir la infección de otros familiares.

Para el control del VIH:

  • REDBOL, Sociedad Civil de Mujeres Trans, Red Trébol de Bolivia, ASOTRANS

Para el control de la Malaria:

  • Las Organizaciones de Trabajadores como la Federación Sindical Única de Trabajadores Gomeros y Castañeros de Bolivia (FSUTGCB) y la Asociación de Mujeres recolectoras y transformadoras de castaña juegan un papel en la negociación de condiciones laborales y salud, incluyendo la lucha contra la malaria.

Otras organizaciones:

  • Las Organizaciones Empresariales, representadas por barraqueros, son fundamentales en la logística y apoyo a las actividades de salud en regiones remotas, especialmente durante la temporada de recolección de castaña.
  • Las Federaciones de Juntas Vecinales (FEJUVE) de Guayaramerín y Riberalta desempeñan un papel activo en la coordinación de actividades de salud, incluyendo la lucha contra la malaria. A pesar de su estructura formal y compromiso, reconoce la falta de conocimientos específicos sobre la malaria como una debilidad.
  • Al ser los departamentos de Pando, Beni y el norte de La Paz los lugares donde se presentan prácticamente todos los casos de malaria del país, el Ministerio de Salud y Deportes viene implementando la vigilancia comunitaria a través de colaboradores voluntarios. Los Colaboradores Voluntarios representan un esfuerzo crucial en la vigilancia comunitaria contra la malaria, particularmente en regiones amazónicas de Pando, Beni y La Paz. Estos colaboradores voluntarios, a menudo mujeres e indígenas, ofrecen diagnósticos precoces y tratamientos, aunque enfrentan desafíos en el abastecimiento de recursos.

Para la eliminación del cáncer de cuello uterino:

  • Las asociaciones de pacientes con cáncer participan en la planificación e implementación de acciones para mejorar la atención de mujeres con cáncer de cuello uterino en el país.

Tracoma:

  • Para las Evaluaciones Rápidas de Tracoma, se tiene establecido en el Plan de tamizaje en Bolivia, la importancia de la coordinación con los sectores sociales, siendo por las características de los distritos, organizaciones indígenas y líderes mujeres, que sean los que participen en la planificación y acompañen las jornadas en terreno. Desde el mes de marzo de 2023 hasta la fecha (agosto) se han desarrollado evaluaciones en 11 comunidades indígenas guaraní, yuqui, yuracaré y trinitario/moxeño, que han sido apoyadas y acompañadas por las organizaciones indígenas, garantizando la buena recepción de la población y los aspectos logísticos en el acceso a los territorios.
  1. ¿Qué mecanismos de coordinación del país se utilizan en los esfuerzos del país para eliminar enfermedades?

Los Mecanismos de Coordinación de País contribuyen a una gobernanza de salud sostenible y deben ocupar un alto nivel de responsabilidad para la planificación nacional del desarrollo con múltiples socios y sectores.

El Grupo de socios de cooperación internacional en Salud (GruS Salud) es un espacio de Coordinación de País que está conformado por organismos bilaterales y multilaterales presentes en Bolivia y por el Ministerio de Salud y Deportes.

Su principal objetivo estratégico consiste en apoyar la implementación de las nuevas prioridades nacionales e internacionales de desarrollo en general y en salud en particular: la Agenda Patriótica 2025, el Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025 (PDES), el Plan Sectorial de Desarrollo Integral de Salud (PSDI-Salud), la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (Agenda 2030) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), además de los acuerdos de la Declaración de Paris y el Plan de Acción de Accra – instrumentos que apoyan en la armonización y alineamiento de la ayuda internacional a las prioridades del País.

Desde el mes de julio 2022, la Representación de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) en Bolivia asume la coordinación del GruS Salud; y la Agencia de Cooperación internacional del Japón (JICA) asume la sub-coordinación de esta instancia en el Estado Plurinacional de Bolivia.

El propósito del GruS Salud consiste en contribuir a incrementar la eficacia y efectividad de la ayuda al desarrollo en el sector de la Salud en el marco de las políticas nacionales, apoyando también la reducción de la pobreza y desigualdad.

De esta manera el GruS Salud busca fortalecer la coordinación y alineamiento programático de la cooperación internacional en el sector de la salud; la colaboración entre los Socios del GruS Salud para un accionar eficiente y coordinado en el apoyo a las políticas de salud; y la conducción y gestión sectorial en salud.

Los siguientes principios de colaboración guían las acciones del GruS Salud: la apropiación, la alineación, la armonización, la gestión orientada a resultados, la mutua responsabilidad, la complementariedad y la transparencia.

El GruS Salud busca asegurar que la gobernanza nacional en materia de salud esté equipada y estructurada para hacer frente a las enfermedades transmisibles y no transmisibles y esta instancia promueve el posicionamiento con el gobierno y la sociedad civil.

Por otra parte, se destaca la coordinación intersectorial, intrasectorial, que involucra otros subsectores del sector salud, principalmente la seguridad social de corto plazo, la estructura social en salud conformado por los Comités locales, municipales y departamentales en salud en el marco de la política SAFCI.

La coordinación entre los niveles subnacionales del Estado, Gobernaciones y Municipios permiten la implementación de políticas locales para la eliminación del cáncer de cuello uterino a través de la asignación de recursos para la promoción, prevención, diagnóstico y tratamiento de esta patología, a lo que se suman los esfuerzos de mejorar las coberturas de vacunación contra el VPH que se ha reflejado en la inclusión de niños en el esquema.

La coordinación con los diferentes niveles de gobierno, a través de los SEDES, las REDES de salud y los representantes municipales, han garantizado la realización de las evaluaciones rápidas de tracoma, así como la referencia de casos con patologías oculares; el área de salud ocular del MSyD está coordinando con los municipios y autonomías indígenas la participación de población en las campañas de cirugía de ojos que serán apoyadas por el área y de esta forma coadyuvar a la recuperación de la vista de la población que vive en zonas remotas.


[1] Datos Dirección General del Sistema Nacional de Salud

[2] Decreto Supremo N.º 29601, 11 de junio de 2008 http://www.gacetaoficialdebolivia.gob.bo/normas/buscar/29601

[3] Ley Marco de Autonomías y Descentralización. “Andrés Ibáñez”. LEY N.º 031. LEY DE 19 DE JULIO DE 2010. https://www.planificacion.gob.bo/uploads/marco-legal/Ley%20N%C2%B0%20031%20DE%20AUTONOMIAS%20Y%20DESCENTRALIZACION.pdf

[4] Ayuda Memoria Bono Juana Azurduy. Doc. interno de gestión del PBJA. 2024

[5] Ministerio de Salud y Deportes de Bolivia. (2023, 31 de octubre). Ministra Castro exhorta a la población que acuda a vacuna antineumocócica para sus niños a fin de prevenir meningitis. Ministerio de Salud y Deportes de Bolivia.https://www.minsalud.gob.bo/7865-ministra-castro-exhorta-a-la-poblacion-que-acuda-a-vacuna-antineumococica-para-sus-ninos-a-fin-de-prevenir-meningitis

[6] Organización Panamericana de la Salud. (2023, 16 de octubre). OPS impulsa la eliminación de más de 30 enfermedades transmisibles en las Américas para 2030.https://www.paho.org/es/noticias/16-10-2023-ops-impulsa-eliminacion-mas-30-enfermedades-transmisibles-americas-para-2030

BIREME/OPS/OMS. Pacto 30 30 30: APS para la Salud Universal. Biblioteca Virtual en Salud. https://pesquisa.bvsalud.org/portal/resource/es/phr-53926

Reglamento del SUS para el tratamiento del cáncer de cuello uterino.

10 Plan de acción para la sostenibilidad de la eliminación de enfermedades prevenibles por vacunas.

11 Informe Regional de Chagas, periodo 2011 - 2018

12 Organización Mundial de la Salud. (2023). Informe mundial sobre la malaria 2023. https://www.who.int/es/teams/global-malaria-programme/reports/world-malaria-report-2023

 

 

Las fuentes de los indicadores interagenciales usados en este perfil se pueden encontrar en este cuadro

Para obtener los datos más recientes sobre indicadores de salud para la Región de las Américas, asegúrese de visitar el portal de Indicadores Básicos de la OPS.

Perspectiva del COVID-19 en el País

Perspectivas

Medidas para el logro de la cobertura universal de salud

El Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2021-2025 "Reconstruyendo la Economía para Vivir Bien, hacia la Industrialización con Sustitución de Importaciones",3 aprobado por el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, se enfoca en la construcción colectiva de una sociedad sin desigualdades ni pobreza, y con el centro puesto en el ser humano, para alcanzar el equilibrio entre los ámbitos social, económico y ambiental, los cuales hacen al desarrollo sostenible del país. Este plan se encuentra estructurado en 10 ejes estratégicos que están articulados con los 13 pilares de la Agenda Patriótica del Bicentenario 2025.4

En ese sentido, el Pilar 3 de la Agenda está enfocado específicamente en la salud, la educación y el deporte, y tiene como objetivo el garantizar el derecho y el acceso a la salud de todas las personas, sin exclusión ni discriminación alguna, y de manera gratuita, a través de la implementación del Sistema Único de Salud (SUS).5 Dicho sistema, además de ser universal, constituye la principal política a nivel nacional del sector de la salud para dar cobertura gratuita a las bolivianas y los bolivianos que no se encuentran cubiertos por la seguridad social.

Asimismo, la política de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI)6 plantea los modelos de atención y gestión de la salud bajo los principios de integralidad, intersectorialidad, participación comunitaria e interculturalidad, lo cual aborda la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad desde un enfoque de salud colectiva, centrado en la persona, la familia, la comunidad y el entorno, y busca recuperar la medicina tradicional e intercultural.

Desafíos relacionados con la salud de la población

En la agenda de las políticas públicas todavía existen importantes retos por delante, entre los cuales es posible destacar la reducción acelerada de las tasas de mortalidad materna y el fortalecimiento del liderazgo (rectoría) y la gobernanza para reducir la fragmentación y segmentación del sistema de salud, para lo cual será necesario celebrar acuerdos intergubernamentales tripartitos y bipartitos.

Estrategia nacional para abordar las desigualdades en salud

Como se mencionó, el PDES 2021-20259 se encuentra abocado a la construcción colectiva de una sociedad sin desigualdades ni pobreza. En el ámbito de la salud, esto significa priorizar los grupos que viven en situación de vulnerabilidad y tienen poco acceso a los servicios de salud, como las poblaciones rural e indígena (en particular, del oriente).

Finalmente, también se ha propuesto que la asignación de recursos se realice de manera todavía más equitativa, para lo cual será necesario establecer un monto per cápita superior para los municipios que cuentan con mayor cantidad de población rural dispersa y de población indígena.

Referencias

1. Organización Panamericana de la Salud. Salud en las Américas+. Washington, DC: OPS; 2022. Disponible en: https://hia.paho.org/es

2. Organización Mundial de la Salud. Global excess deaths associated with COVID-19 (modelled estimates). Ginebra: OMS; 2022. Disponible en: https://www.who.int/data/sets/global-excess-deaths-associated-with-covid-19-modelled-estimates.

3. Presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. Ley n.º 1407, que decreta el Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2021-2025 “Reconstruyendo la Economía para Vivir Bien, hacia la Industrialización con Sustitución de Importaciones”. Gaceta Oficial, 1449NEC, 10 de noviembre del 2021. Disponible en: http://gacetaoficialdebolivia.gob.bo/normas/buscar/1407.

4. Presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. Ley n.º 650, que eleva a rango de Ley, la “Agenda Patriótica del Bicentenario 2025”. Gaceta Oficial, 719NEC, 19 de enero del 2015. Disponible en: http://gacetaoficialdebolivia.gob.bo/normas/buscar/650.

5. Presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. Ley n.º 1152. Gaceta Oficial, 1144NEC, 20 de febrero del 2019. Disponible en: http://gacetaoficialdebolivia.gob.bo/normas/buscar/1152.

6. Presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. Ley n.º 31, Ley Marco de Autonomías y Descentralización "Andrés Ibáñez". Gaceta Oficial, 154NEC, 19 de julio del 2010. Disponible en: https://bolivia.infoleyes.com/norma/1943/ley-marco-de-autonomías-y-descentralización-andrés-abáñez-031 y Presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. Decreto Supremo n.º 29 601, que establece el Modelo de Atención y el Modelo de Gestión en Salud en el marco de la Salud Familiar Comunitaria Intercultural – SAFCI. Gaceta Oficial, n.º 3096, del 11 de junio del 2008. Disponible en: https://bolivia.infoleyes.com/norma/2447/decreto-supremo-29601.

7. Presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. Ley n.º 31, Ley Marco de Autonomías y Descentralización "Andrés Ibáñez". Gaceta Oficial, 154NEC, 19 de julio del 2010. Disponible en: https://bolivia.infoleyes.com/norma/1943/ley-marco-de-autonomías-y-descentralización-andrés-abáñez-031 y Presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. Decreto Supremo n.º 29 601, que establece el Modelo de Atención y el Modelo de Gestión en Salud en el marco de la Salud Familiar Comunitaria Intercultural – SAFCI. Gaceta Oficial, n.º 3096, del 11 de junio del 2008. Disponible en: https://bolivia.infoleyes.com/norma/2447/decreto-supremo-29601.

8. Para más información, accédase a: https://www.bolivia.com/noticias/AutoNoticias/DetalleNoticia9211.asp.

9. Presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. Ley n.º 1407, que decreta el Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2021-2025 “Reconstruyendo la Economía para Vivir Bien, hacia la Industrialización con Sustitución de Importaciones”. Gaceta Oficial, 1449NEC, 10 de noviembre del 2021. Disponible en: http://gacetaoficialdebolivia.gob.bo/normas/buscar/1407.