Salud en las Américas

PERFIL DE PAÍS

Belice

Los perfiles de país de la plataforma Salud en las Américas+ se han elaborado a partir de los indicadores interagenciales disponibles hasta las fechas indicadas. Las fuentes pueden consultarse en este cuadro. En algunos casos, debido al proceso de verificación, los valores de los indicadores pueden diferir de aquellos más recientes disponibles en el país.

Determinantes sociales y ambientales de la Salud

En el 2000, la población total de Belice era de 240 406 habitantes, y en el 2023 habría ascendido a 410 825, lo que representa un incremento de 70.9%. En cuanto al perfil demográfico del país, en el 2023 la población de mayores de 65 años representaba 5.2% del total, lo que implica un aumento de 1.3 puntos porcentuales respecto del 2000. Asimismo, en el 2023 se alcanzó una razón de 99. mujeres por cada 100 hombres y de 19.2 personas mayores (de 65 años o más) por cada 100 menores de 15 años, como se observa en la distribución por grupo etario y sexo de las pirámides poblacionales del país (figura 1). Si se considera la población de 15 a 64 años como potencialmente activa, es decir, susceptible de participar en actividades laborales, esta representó 67.5% de la población total del país en el 2023, lo que equivale a 277 284 personas. Si a estos datos se agregan los relativos a la población potencialmente pasiva (111 990 menores de 15 años y 21 552 mayores de 65 años), se obtiene una relación de dependencia de 48.2 habitantes potencialmente pasivos por cada 100 habitantes potencialmente activos. Esta relación era de 78.2 en el 2000.

En lo que atañe a la esperanza de vida al nacer, para el 2023 fue de 74.6 años —cifra inferior al promedio de la Región de las Américas—, esta cifra representa un incremento de 6.1 años respecto de lo informado en el 2000.

Figura 1. Pirámides de población de Belice, años 2000 y 2023

Entre el 2005 y el 2020, el promedio de años de escolarización en Belice aumento del 10.2%, con 8.8 años en el último año para el cual se dispone de información. Por su parte, la tasa de desempleo en el 2022 fue de 9.7% para el total de la población. Si se desglosa por sexo, la tasa es 14.8% para mujeres y 6.5% para hombres.

Durante el período 2000-2021, el país aumentó su puntuación en el índice de desarrollo humano en 6.7% (de una puntuación de 0.64 a una de 0.683), mientras que en el mismo período el índice incrementó 13.5% a nivel internacional y 9.4% en América Latina (figura 2).

Figura 2. Índice de desarrollo humano en la Región de las Américas, 2021

En el 2020, el gasto público en salud representó 4.97% del producto interno bruto (PIB) (figura 3) y 12.58% del gasto público total, mientras que el gasto de bolsillo en salud implicó 21.92% del gasto total en salud.

Figura 3. Gasto público en salud como porcentaje del producto interno bruto en la Región de las Américas, 2020

Cobertura digital

En el 2021, el porcentaje de población con conexión a Internet ascendía a 62%, cifra que representa un incremento considerable respecto del 2000, año en que el indicador arrojaba un valor de 6%.

La situación de salud

Salud maternoinfantil

Entre el 2000 y el 2021, la mortalidad infantil en Belice pasó de 21.2 a 12.26 por 1000 nacidos vivos, lo cual implicó una reducción de 42.2% (figura 4). Por su parte, el porcentaje de nacimientos con peso bajo (menos de 2500 g) se redujo de 14.1% a 9.5% entre el 2006 y el 2021, mientras que la adherencia a la lactancia materna exclusiva en la población infantil de hasta 6 meses representó un 9.3% en 2006 y un 33.2% en el 2015 (último dato disponible).

En cuanto a la estrategia de inmunización, en el 2022 la cobertura de vacunación contra el sarampión fue de 81%, lo que representa una disminución de 15 puntos porcentuales con respecto a la cobertura del 2000.

Figura 4. Tasa de mortalidad infantil por 1000 nacidos vivos, 1995-2020

La razón de mortalidad materna para el 2020 se estimó en 129.8 por 100 000 nacidos vivos, lo que supone una reducción de 51.1% respecto del valor estimado para el 2000 (figura 5). En relación con la fecundidad, se calcula que, en el 2023, las mujeres tenían en promedio 2 hijos a lo largo de su vida reproductiva. En el caso específico de la fecundidad adolescente, se observa una reducción de 43.5%, si se compara la tasa de 99.9 nacidos vivos por cada 1000 mujeres de 15 a 19 años en el 2000 con la cifra de 56.4 en el 2023. Por otra parte, 95.5% de los partos fueron atendidos por personal capacitado en el 2021.

Figura 5. Razón de mortalidad materna por 100 000 nacidos vivos, 2000-2020

Enfermedades transmisibles

En el 2021 se registraron 18 nuevos casos de tuberculosis por 100 000 habitantes en Belice. En 2019, la tasa de mortalidad por tuberculosis (ajustada por edad y por 100 000 habitantes) para la población total fue de 2.9 ese mismo año (0.9 en mujeres y 5 en hombres).

Para el 2021, se estimó que la tasa de nuevos diagnósticos de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) fue de 45.5 por cada 100 000 habitantes. La tasa de mortalidad ajustada por edad por esta causa fue de 33.6 por cada 100 000 habitantes en el 2019. Debe destacarse que durante el período 2000-2019 este indicador descendió 34.1%.

En 2020 no hubo ningún caso de rabia humano reportado en el país.

Enfermedades no transmisibles y factores de riesgo

En Belice, la prevalencia del consumo de tabaco entre las personas de 15 años o más para el 2023 fue de 7.7%. En relación con el sobrepeso y la obesidad en el mismo grupo etario, la prevalencia fue de 54.8% para el 2016.

En cuanto a la hipertensión arterial, en el 2015 se informó una prevalencia de 22.7% de personas de 18 años o más con presión sanguínea elevada, lo que representa un descenso de 2.8 puntos porcentuales en comparación con el 2000 (25.5%). Por otra parte, la prevalencia de diabetes mellitus, que en el 2000 se hallaba en 9.5%, se incrementó a 12.7% en el 2014.

Mortalidad

En el 2019, la tasa ajustada de mortalidad prematura potencialmente evitable en Belice fue de 327,8 muertes por 100 000 habitantes, lo que equivale a una disminución de 24,3% en comparación con la tasa de 432,8, registrada en el 2000. Esto significó que, en el 2019, la tasa en el país era 44,6% superior a la tasa promedio notificada para la Región de las Américas en su conjunto. Entre la mortalidad prematura potencialmente evitable, la tasa por causas prevenibles fue de 204,4 por 100 000 habitantes en el 2019, que es 49,1% más alta que la tasa promedio regional; y la tasa por causas tratables fue de 123,4 por 100 000 habitantes, cifra por encima del promedio regional de 89,6.

En cuanto a la tasa de mortalidad general ajustada por edad, fue de 6,4 por 1000 habitantes en el 2019, lo cual representa un descenso de 24,7% con respecto al 2000 (8,5 muertes por cada 1000 habitantes).

Al categorizar las muertes en tres grupos principales, se observa que, en el 2019, la tasa de mortalidad ajustada por edad por enfermedades transmisibles fue de 90,4 por 100 000 habitantes (104,7 por 100 000 en hombres y 76,3 por 100 000 en mujeres), mientras que la tasa de mortalidad ajustada por edad a causa de enfermedades no transmisibles ascendió a 452 por 100 000 habitantes (506,7 por 100 000 en hombres y 76,3 por 100 000 en mujeres). Por su parte, la tasa de mortalidad ajustada por edad por causas externas fue de 98,3 por 100 000 habitantes (166,1 por 100 000 en hombres y 32,3 por 100 000 en mujeres); entre las causas cabe mencionar los accidentes de transporte terrestre (23,6 por 100 000 habitantes), los homicidios (40,2 por 100 000 habitantes) y los suicidios (7,6 por 100 000 habitantes). En el 2000, la distribución porcentual de las causas fue de 72,3% para las enfermedades no transmisibles, 14,4% para las enfermedades transmisibles y 13,4% para las causas externas; en el 2019, los porcentajes fueron 70,5%, 14,1% y 15,3%, respectivamente (figura 6).

Figura 6. Mortalidad proporcional en Belice, 2000 y 2019

Mortalidad por Cáncer

Con respecto a la mortalidad por cáncer según el sitio del tumor, puede observarse que, en el 2019, la tasa ajustada de mortalidad por cáncer de próstata fue de 37,3 por 100 000 hombres; por cáncer de pulmón, de 17,5 por 100 000 habitantes; y de cáncer de colon y recto, 7,2 por 100 000 habitantes. En las mujeres estos valores fueron de 15,2 muertes por 100 000 para cáncer de mama; de 5,7 por 100 000 para cáncer de pulmón, y de 7,7 por 100 000 para cáncer de colon y recto.

La situación de salud y la pandemia de COVID-19

En el 2020, en Belice hubo un total de 10 724 casos de la COVID-19, lo que representa 26 805 por millón de habitantes. En el 2021 los casos detectados ascendieron a 21 764, lo que equivale a 54 400 por millón de habitantes. En el 2020, hubo 242 muertes causadas directamente por la COVID-19 en personas diagnosticadas con la enfermedad, es decir, 892 por millón de habitantes; en el 2021, se notificaron 357 muertes, es decir, 892 muertes por millón. En el 2020, Belice se ubicó en la posición 12 en la Región de las Américas en cuanto a número de muertes por la COVID-19, y pasó a la posición 28 en el 2021, con una cifra acumulada para ambos años de 1495 muertes por millón de habitantes a lo largo de los dos años (figura 7). 

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, hubo un total de 121 muertes en exceso en el 2020, es decir, 31 muertes por 100 000 habitantes;   se calculó un total de 575 muertes en el 2021, lo que representa una tasa de mortalidad en exceso de 142 por 100 000.

Al 31 de diciembre del 2021, se había aplicado al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19 a 59,6% de los habitantes del país. Al 2 de julio del 2022 (fecha de los últimos datos disponibles), 52,7% de la población había recibido todas las vacunas del esquema de vacunación. La campaña de vacunación comenzó el 20 de marzo del 2021 y, hasta el momento, se han utilizado cinco tipos de vacunas contra la COVID-19.

Figura 7. Muertes por COVID-19 acumuladas al 29 de julio de 2023 en la Región de las Américas

Perspectivas

Medidas para el logro de la cobertura universal de salud

En el Marco Nacional de Desarrollo para Belice (2010-2030), conocido como Horizon 2030, se estableció una hoja de ruta a largo plazo para el desarrollo centrado en la juventud, la inclusión y la necesidad de crear "One Belize - Un Belice", además de estar fundamentado en la colaboración intersectorial. Dos estrategias de salud clave de este Marco fueron la importancia de la salud en la comunidad a lo largo del ciclo de la vida y el logro del acceso universal a la atención de salud, una adopción del movimiento mundial hacia la cobertura universal de salud.  El subsiguiente Plan Estratégico del Sector de la Salud de Belice (2014-2024) se basa en estas estrategias clave con objetivos para fortalecer el sistema nacional de atención primaria de salud, los recursos humanos para el sector, los sistemas de información de salud y el control de calidad del sistema de salud. Las mejoras en la gestión de los servicios de salud y su financiamiento están concebidas en particular para ayudar a lograr la cobertura universal de salud.  El énfasis que se hace en la atención primaria está dirigido deliberadamente al comportamiento relativo a la salud como un modelo más eficiente y sostenible de la atención de salud. Al asignarle importancia a la responsabilidad compartida y a las colaboraciones multisectoriales se reconoce que la salud es un producto social y que los problemas de salud se derivan directa e indirectamente de determinantes sociales y económicos fundamentales. El trabajo conjunto es, por lo tanto, un intento indirecto de abordar las desigualdades en salud, mientras se reconocen las desigualdades persistentes, en particular entre las poblaciones urbanas y las rurales de Belice, y entre las etnias de todo el país. 

Se han emprendido iniciativas para aumentar la capacidad de los servicios de atención primaria, en particular para hacerle frente a la hipertensión como principal precursor de las enfermedades cardiovasculares. Hay intervenciones en curso para abordar la alimentación poco saludable, pero se necesitan medidas multisectoriales para promover una alimentación saludable entre la población general. Se están llevando a cabo varios proyectos para reforzar la cobertura universal de salud. Por ejemplo, el proyecto de reforma del sector de la salud ha puesto en marcha la descentralización del sistema de salud y, en la actualidad, el modelo se está revisando con el objetivo de aumentar la eficiencia y la eficacia orientadas a mejorar la calidad de la atención. 

El programa de trabajadores de salud comunitarios encabezado por la Oficina de educación para la salud y participación comunitaria se está centrando en los momentos en mejorar la capacitación del personal de salud comunitario, así como en aumentar su número y la cobertura regional. El plan nacional de seguro de salud ha estado funcionando durante dos décadas, en la parte sur de la ciudad de Belice y en el sur del país, con una expansión reciente a ciertas zonas del norte. El plan es una asociación conjunta público privada para la prestación de servicios de salud, con énfasis en un mayor acceso al diagnóstico y al tratamiento. 

Se ha reconocido que la equidad en la prestación de servicios de salud es una prioridad y se está abordando con una serie de iniciativas, como el aumento del personal de salud en esferas clave (médicos generales, especialistas, técnicos de laboratorio médico y personal de enfermería), la ampliación del plan nacional de seguro de salud a la región de salud del norte, mejora de los establecimientos de salud comunitarios, y capacitación del personal en la atención de salud basada en la evidencia.

Desafíos relacionados con la salud de la población

Belice tiene una población relativamente joven, pero está envejeciendo y se prevé que el ritmo de este envejecimiento aumente. En 1980, la proporción de la población de Belice de 65 años o más era de 4,5%. Esta proporción se mantuvo constante en los 40 años intermedios y llegó a una cifra estimada en 5,0% en el 2020; pero se prevé que aumente drásticamente a 16,8% en el 2060.  Este aumento futuro de 11,8 puntos porcentuales representa un rápido aumento del número de adultos mayores que está por encima del promedio regional para el Caribe, de 10,7 puntos porcentuales, pero por debajo del promedio para la Región de las Américas, de 13,7 puntos porcentuales. Esta transición demográfica se debe en parte al considerable progreso de Belice en la reducción de la carga de las enfermedades infecciosas. 

La carga de las enfermedades maternas y neonatales, las infecciones respiratorias, la infección por el VIH y el sida y otras infecciones de transmisión sexual se ha reducido, y la carga de morbilidad se ha desplazado hacia las enfermedades no transmisibles. Las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer en el 2019 fueron las tres principales causas de muerte y discapacidad, al representar en conjunto alrededor de una cuarta parte de todos los años de vida sana perdidos.  La carga de las lesiones autoinfligidas y la violencia, las lesiones no intencionales y las lesiones debidas a accidentes de transporte terrestre representaron en conjunto 18,4% de todos los años de vida sana perdidos en el 2019, mientras que las lesiones autoinfligidas y la violencia son motivo de preocupación particular, ya que han aumentado en casi 50% desde el 2000. 

Los trastornos mentales siguen aumentando en importancia. Las soluciones a cada uno de estos desafíos exigen la cooperación multisectorial. Aunque la carga de las enfermedades no transmisibles sobre el sistema de salud y las comunidades no se ha cuantificado económicamente, la creciente discapacidad por enfermedades no transmisibles entre las poblaciones en edad de trabajar insinúa el creciente impacto en todo el país. Los servicios de rehabilitación después de, por ejemplo, un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular, se destacan como una prioridad de salud clave que necesita atención urgente.

Respuesta a la pandemia de la COVID-19

Las presiones externas se han reconocido como un riesgo importante para la reforma del sector de la salud que está en curso. El cambio climático es un ejemplo notable del Marco Nacional de Desarrollo, y la crisis financiera del 2009 y la pandemia de COVID 19 en el bienio 2020-2021 han repercutido negativamente en la estabilidad económica en los pequeños Estados insulares en desarrollo del Caribe. Belice experimentó tres grandes oleadas de brotes de la COVID-19 entre abril del 2020 y mayo del 2022, y la mayoría de las 677 muertes confirmadas hasta mayo del 2022 se concentraron en estos períodos de brote. 

Al principio de la pandemia, el Gobierno de Belice identificó varias áreas de vulnerabilidad en el sistema de salud en el contexto de la pandemia: 1) escasez de equipos y suministros para las pruebas de COVID-19; 2) establecimientos inadecuados para la vigilancia de casos en el punto de entrada; 3) brechas críticas en la disponibilidad de personal de enfermería, oficiales médicos, técnicos de laboratorio y otro personal; 4) falta de suficiente equipo de protección personal (EPP) y de equipo médico; 5) posible interrupción de la atención para grupos críticos (mujeres en edad reproductiva, pacientes con enfermedades crónicas y víctimas de violencia de género), debido al aumento de la demanda generada por los pacientes con la COVID-19; y 6) poca capacidad para gestionar adecuadamente los desechos médicos. 

La principal política vigente sobre la COVID-19 consiste en la ampliación y ejecución del programa de vacunación en cooperación con asociados internacionales. Se ha asignado prioridad al aumento de las capacidades para el manejo clínico de la COVID-19, el control y la prevención de infecciones, la vigilancia y los servicios de laboratorio. La adquisición de equipo hospitalario ha sido una colaboración importante con los organismos de las Naciones Unidas.

Medidas para incidir en las desigualdades en la salud

Se han destacado las desigualdades en materia de salud, en particular entre las poblaciones urbanas y rurales de Belice y entre las etnias de todo el país. La reducción de estas desigualdades se está abordando por conducto de una serie de intervenciones, como la mejora del equipo de imagenología, la expansión del plan nacional de seguro de salud, así como el aumento del personal y de los establecimientos de salud. Aunque se están introduciendo mejoras a nivel regional, se reconoce que es necesario aumentar los aportes a nivel comunitario. Los servicios especializados en estos hospitales se prestan mediates actividades no sostenidas de los hospitales regionales. A nivel regional, ha continuado la expansión de los servicios de laboratorio clínico. Se están llevando a cabo intervenciones importantes en las especialidades de vigilancia, diagnóstico y tratamiento para abordar la infección por el VIH, la tuberculosis y la malaria.

Las fuentes de los indicadores interagenciales usados en este perfil se pueden encontrar en este cuadro

Para obtener los datos más recientes sobre indicadores de salud para la Región de las Américas, asegúrese de visitar el portal de Indicadores Básicos de la OPS.