Salud en las Américas

PERFIL DE PAÍS

Perú

Los perfiles de país de la plataforma Salud en las Américas+ se han elaborado a partir de los indicadores interagenciales disponibles hasta las fechas indicadas. Las fuentes pueden consultarse en este cuadro. En algunos casos, debido al proceso de verificación, los valores de los indicadores pueden diferir de aquellos más recientes disponibles en el país.

Determinantes sociales y ambientales de la Salud

En el 2000, la población total de Perú era de 26 654 439 habitantes, y en el 2023 habría ascendido a 34 352 719, lo que representa un incremento de 28.9%. En cuanto al perfil demográfico del país, en el 2023 la población de mayores de 65 años representaba 8.6% del total, lo que implica un aumento de 3.9 puntos porcentuales respecto del 2000. Asimismo, en el 2023 se alcanzó una razón de 102. mujeres por cada 100 hombres y de 33.4 personas mayores (de 65 años o más) por cada 100 menores de 15 años, como se observa en la distribución por grupo etario y sexo de las pirámides poblacionales del país (figura 1). Si se considera la población de 15 a 64 años como potencialmente activa, es decir, susceptible de participar en actividades laborales, esta representó 65.7% de la población total del país en el 2023, lo que equivale a 22 585 144 personas. Si a estos datos se agregan los relativos a la población potencialmente pasiva (8 822 697 menores de 15 años y 2 944 878 mayores de 65 años), se obtiene una relación de dependencia de 52.1 habitantes potencialmente pasivos por cada 100 habitantes potencialmente activos. Esta relación era de 64.7 en el 2000.

En lo que atañe a la esperanza de vida al nacer, para el 2023 fue de 77 años —cifra inferior al promedio de la Región de las Américas—, esta cifra representa un incremento de 6.5 años respecto de lo informado en el 2000.

Figura 1. Pirámides de población de Perú, años 2000 y 2023

Entre el 2004 y el 2018, el promedio de años de escolarización en Perú aumento del 13.5%, con 9.8 años en el último año para el cual se dispone de información. Por su parte, la tasa de desempleo en el 2022 fue de 3.7% para el total de la población. Si se desglosa por sexo, la tasa es 4.1% para mujeres y 3.3% para hombres. La tasa de alfabetización fue de 99.4% en el 2020, en hombres, el promedio fue de 99.4%; y en mujeres de 99.5%. Otro aspecto que cabe destacar es que el porcentaje de la población por debajo de la línea de pobreza fue de 25.9% en el 2021, de acuerdo con la línea nacional, lo que representa una disminución respecto del 2000, cuando se encontraba en 48.4%. Por lo que se refiere a la pobreza definida como porcentaje de la población con un ingreso menor a US$ 1,90 por día, en el 2020 4.4% de la población se encontraba en esta situación, una cifra inferior al promedio regional de 3%.

Durante el período 2000-2021, el país aumentó su puntuación en el índice de desarrollo humano en 12.7% (de una puntuación de 0.676 a una de 0.762), mientras que en el mismo período el índice incrementó 13.5% a nivel internacional y 9.4% en América Latina (figura 2).

Figura 2. Índice de Desarrollo Humano por país en la Región de las Américas, 2021

En el 2020, el gasto público en salud representó 4.28% del producto interno bruto (PIB) (figura 3) y 16.32% del gasto público total, mientras que el gasto de bolsillo en salud implicó 22.76% del gasto total en salud.

Figura 3. Gasto público como porcentaje del PIB por país. Año 2019. Región de las Américas.

Cobertura digital

En el 2021, el porcentaje de población con conexión a Internet ascendía a 71.1%, cifra que representa un incremento considerable respecto del 2000, año en que el indicador arrojaba un valor de 3.1%.

La situación de salud

Salud maternoinfantil

Entre el 2002 y el 2020, la mortalidad infantil en Perú pasó de 16 a 13 por 1000 nacidos vivos, lo cual implicó una reducción de 18.8% (figura 4). Por su parte, el porcentaje de nacimientos con peso bajo (menos de 2500 g) se redujo de 8.4% a 6.7% entre el 2004 y el 2021, mientras que la adherencia a la lactancia materna exclusiva en la población infantil de hasta 6 meses representó un 66.6% en 2000 y un 65.3% en el 2019 (último dato disponible).

En cuanto a la estrategia de inmunización, en el 2022 la cobertura de vacunación contra el sarampión fue de 74%, lo que representa una disminución de 23 puntos porcentuales con respecto a la cobertura del 2000.

Figura 4. Tasa de mortalidad infantil por cada 1000 nacidos vivos en Perú, 2000-2020

La razón de mortalidad materna para el 2020 se estimó en 68.5 por 100 000 nacidos vivos, lo que supone una reducción de 39.5% respecto del valor estimado para el 2000 (figura 5). En relación con la fecundidad, se calcula que, en el 2023, las mujeres tenían en promedio 2.1 hijos a lo largo de su vida reproductiva. En el caso específico de la fecundidad adolescente, se observa una reducción de 24.8%, si se compara la tasa de 74.2 nacidos vivos por cada 1000 mujeres de 15 a 19 años en el 2000 con la cifra de 55.8 en el 2023. En cuanto al control prenatal, entre el 2000 y el 2021 se observa una reducción en el porcentaje de personas gestantes que acudieron a cuatro consultas o más de atención prenatal durante el embarazo, ya que este pasó de 69% a 84.5%. Por otra parte, 94.9% de los partos fueron atendidos por personal capacitado en el 2021.

Figura 5. Razón de mortalidad materna por 100 000 nacidos vivos en Perú, 2000-2020

Enfermedades transmisibles

En el 2021 se registraron 76 nuevos casos de tuberculosis por 100 000 habitantes en Perú. En 2019, la tasa de mortalidad por tuberculosis (ajustada por edad y por 100 000 habitantes) para la población total fue de 7.1 ese mismo año (4.3 en mujeres y 10.1 en hombres).

Para el 2021, se estimó que la tasa de nuevos diagnósticos de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) fue de 22.5 por cada 100 000 habitantes. La tasa de mortalidad ajustada por edad por esta causa fue de 2.6 por cada 100 000 habitantes en el 2019. Debe destacarse que durante el período 2000-2019 este indicador descendió 88.3%.

Se registró un caso de rabia humana en el país en el 2020.

Enfermedades no transmisibles y factores de riesgo

En Perú, la prevalencia del consumo de tabaco entre las personas de 15 años o más para el 2023 fue de 6.6%. En relación con el sobrepeso y la obesidad en el mismo grupo etario, la prevalencia fue de 57.5% para el 2016.

En cuanto a la hipertensión arterial, en el 2015 se informó una prevalencia de 13.7% de personas de 18 años o más con presión sanguínea elevada, lo que representa un descenso de 6 puntos porcentuales en comparación con el 2000 (19.7%). Por otra parte, la prevalencia de diabetes mellitus, que en el 2000 se hallaba en 6.7%, se incrementó a 7.7% en el 2014.

Mortalidad

En el 2019, la tasa ajustada de mortalidad prematura potencialmente evitable en Perú fue de 153,7 muertes por 100 000 habitantes, lo que equivale a una disminución de 40,2% en comparación con la tasa de 257,2 registrada en el 2000. En este sentido, el país presentó en el 2019 una tasa 32,2% inferior a la notificada para la Región de las Américas. De las muertes prematuras potencialmente evitables, la tasa por causas prevenibles en el 2019 fue de 83,3 por 100 000 habitantes, cifra 39,2% menor que la regional, en tanto que la relativa a las causas tratables ascendió a 70,3 por 100 000 habitantes, frente a un promedio regional de 89,6.

En cuanto a la tasa de mortalidad general ajustada por edad, en el 2019 fue de 4,2 por 1000 habitantes, lo cual implica un descenso de 30,2% con respecto al 2000 (6 muertes por cada 1000 habitantes).

Al categorizar las muertes en tres grupos principales, se observa que en el 2019 la tasa de mortalidad ajustada por edad por enfermedades transmisibles fue de 73,5 por 100 000 habitantes (79,9 por 100 000 en hombres y 66,8 por 100 000 en mujeres), mientras que la tasa de mortalidad ajustada por edad a causa de enfermedades no transmisibles ascendió a 303,8 por 100 000 habitantes (327,2 por 100 000 en hombres y 282,6 por 100 000 en mujeres). Por su parte, la tasa de mortalidad ajustada por edad por causas externas fue de 42,4 por 100 000 habitantes (63,9 por 100 000 en hombres y 21,2 por 100 000 en mujeres), en cuyo caso destacan los accidentes de transporte terrestre (13,4 por 100 000 habitantes), los homicidios (9,1 por 100 000 habitantes) y los suicidios (2,7 por 100 000 habitantes). En el 2000, la distribución porcentual de las causas fue de 55,3% para las enfermedades no transmisibles, 33,0 % para las transmisibles y 11,6% para las causas externas, en tanto que para el 2019 los porcentajes fueron de 72,6%, 17,5%, y 9,9%, respectivamente (figura 6).

Figura 6. Mortalidad proporcional de Perú, 2000 y 2019

Mortalidad por Cáncer

Al observar la mortalidad por cáncer según el sitio tumoral, puede advertirse que durante el 2019 la población masculina presentó una tasa ajustada de mortalidad por cáncer de próstata de 20,5 por 100 000; de pulmón, de 10,2 por 100 000, y de colon y recto, de 9 por 100 000. En el caso de las mujeres, los valores fueron de 11,6 por 100 000 para cáncer de mama; de 9,3 por 100 000 para cáncer de pulmón, y de 6,8 por 100 000 para cáncer de colon y recto.

La situación de salud y la pandemia de COVID-19

En la Región de las Américas, Perú se ubicó en la primera posición en cuanto a cantidad de muertes por COVID-19 en el 2020, lugar que mantuvo en el 2021. En 2022 se ubicó en posición 16 del ranking, con una cifra acumulada para ambos años de 6 418.4 muertes por millón de habitantes (figura 7).

Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, el total de muertes en exceso en el 2020 ascendió a 133 815 casos, es decir, 406 por 100 000 habitantes. Para el 2021 se estimaron 155 852 muertes, que representan un exceso de mortalidad de 467 por 100 000 habitantes.

Al 31 de diciembre del 2021, se había aplicado al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19 a 87,9% de los habitantes del país. Al 20 de abril del 2022 (fecha de los últimos datos disponibles), 81% de la población contaba con el esquema de vacunación completo. La campaña de vacunación comenzó el 20 de febrero del 2021 y hasta el momento se han utilizado tres tipos de vacunas contra la COVID-19.

Figura 7. Muertes por COVID-19 acumuladas al 29 de julio de 2023 en la Región de las Américas

Perspectivas

Medidas para el logro de la Cobertura Universal en Salud

En el 2018 se aprobó la ley n.º 30 885, que establece la conformación y el funcionamiento de las Redes Integradas de Salud (RIS), la cual fue reglamentada en el 2020, instituyéndose así los mecanismos necesarios para el monitoreo, la supervisión y la evaluación de las RIS.

Asimismo, en enero del 2020 se aprobó el Documento Técnico Modelo de Cuidado Integral de Salud por Curso de Vida para la Persona, Familia y Comunidad (MCI), y unos meses más tarde se hizo lo propio con la Política Nacional Multisectorial de Salud al 2030: "Perú, País Saludable", en la cual el Estado se comprometía por los diez años siguientes a implementar medidas que impulsen hábitos de conducta más saludables, mejorar el acceso a los sistemas de salud y reducir la vulnerabilidad social y económica de la población. Esta iniciativa involucra a 13 sectores y se encuentra bajo el liderazgo del Ministerio de Salud.

Al año siguiente, en julio del 2021, se aprobó el Documento Técnico Plan Nacional de Implementación de Redes Integradas de Salud.

Finalmente, la Política General de Gobierno para el período 2021-2026, aprobada en octubre del 2021, contiene diez ejes prioritarios y líneas de intervención para superar las brechas que impiden el ejercicio efectivo e igualitario de los derechos fundamentales de las personas, entre ellos, el de derecho a la salud.

Desafíos relacionados con la salud de la población

Uno de los principales retos en Perú es superar la segmentación y la fragmentación de los servicios de salud, una situación a la que el gobierno ha tratado de dar respuesta a través de la implementación de las RIS, de las cuales 91 se encuentran estructuradas en cuanto a la identificación de los establecimientos que forman parte de las mismas, y 75 ya han sido conformadas y están operativas.

Otro desafío importante pasa por reducir el gasto de bolsillo que destinan los peruanos a la cobertura y la atención de salud. Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) 2020, durante la pandemia la población que no tenía ningún tipo de seguro de salud y presentaba síntomas de COVID-19 informó un gasto 45% mayor que la población con algún tipo de seguro de salud.

Un tercer reto para la política nacional de salud consiste en incrementar el gasto público destinado a la salud (3,3% del PIB en el 2018) para alcanzar en el mediano plazo la meta de 6% prevista para los países de la Región de las Américas para 2030 en la Agenda de Salud Sostenible para las Américas 2018-2030.

Es importante señalar que la pandemia ha tenido un impacto negativo en diversos indicadores de salud, muchos de los cuales se utilizan para realizar el seguimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Entre estos indicadores, se cuentan la mortalidad y la morbilidad materna, principalmente en la población indígena y en la población rural dispersa; la mortalidad infantil, cuyas principales causas son el nacimiento prematuro y el bajo peso al nacer; la anemia, y las enfermedades prevenibles por vacunación. Tampoco deben perderse de vista las altas prevalencias de sobrepeso y obesidad, un padecimiento que afecta especialmente a la población infantil.

Respuesta a la pandemia de la COVID-19

Al igual que en muchas otras partes del mundo, la pandemia por la COVID-19 ha dejado en Perú importantes lecciones que deben ser revisadas en el corto y mediano plazo para definir las políticas y acciones en materia de salud que deberán ser instrumentadas durante los próximos años.

Asimismo, la respuesta de las políticas públicas a la pandemia logró mejorar diversos aspectos relacionados con el acceso a los servicios de salud y la atención de salud de la población, a saber:

  • Se incrementaron los recursos humanos en salud, principalmente en lo que refiere a profesionales de la medicina y la enfermería.
  • Se aumentó la cantidad de camas disponibles en las unidades de cuidados intensivos (UCI), en más de 2500 UCI.
  • Se robusteció el abastecimiento de oxígeno a nivel nacional, mediante el desarrollo de plantas generadoras y la puesta a disposición de concentradores de oxígeno a lo largo y ancho del país.
  • Se impulsó el fortalecimiento del primer nivel de atención a través de la implementación de los centros de atención temporal.
  • Se garantizó el suministro de los insumos y el equipamiento necesario en materia de equipos de protección personal, así como también el de medicamentos y de Kits UCI, entre otros.
  • Se fortaleció la Red Nacional de Laboratorios para el diagnóstico del SARS-CoV-2.
  • Se restablecieron los servicios esenciales.
  • Reposicionamiento de la promoción de la salud y la atención primaria en salud.
  • Se fortaleció la labor de los Agentes Comunitarios de Salud en todo el país, un grupo conformado por integrantes de las diversas comunidades que llevan a cabo distintos tipos de acciones para formar comunidades saludables.
  • Se impulsó y desarrolló la telemedicina en los diferentes niveles de atención de salud.

Por otra parte, entre las tareas que aún restan por realizar, se incluyen la mejora de la infraestructura de salud, el fortalecimiento del trabajo en las RIS y del primer nivel de atención, y la reactivación de los programas prioritarios de salud pública.

Medidas para incidir en las desigualdades en la salud

El abordaje de las desigualdades en la salud se está llevando a cabo bajo la Política General de Gobierno para el período 2021-2026, que contiene diez ejes con lineamientos prioritarios y líneas de intervención para orientar las acciones de las entidades públicas hacia la eliminación de dichas brechas.

El primero de esos ejes promueve la generación de bienestar social con seguridad alimentaria, y establece como línea de acción el desarrollo de "un sistema de salud universal, unificado, gratuito, descentralizado y participativo".

De forma similar, la Política Nacional Multisectorial de Salud al 2030: "Perú, País Saludable" plantea tres objetivos:

  1. Mejorar los hábitos, las conductas y los estilos de vida saludables de la población.
  2. Asegurar a la población el acceso a servicios integrales de salud de calidad y oportunos.
  3. Mejorar las condiciones de vida de la población que generan vulnerabilidad y riesgos en la salud.

Todos estos instrumentos normativos, así como el Manual de implementación del Modelo de Cuidado Integral por Curso de Vida para la Persona, Familia y Comunidad, aprobado en febrero del 2021, definen las estrategias nacionales para reducir las desigualdades en la salud y direccionar el abordaje de los determinantes sociales de la salud en el curso de vida, así como también para asignar los recursos necesarios para el sostenimiento de todo el sistema de salud.

Acuerdo entre Perú y el Sistema de Naciones Unidas

La firma del Marco de Cooperación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible: Perú 2022-2026 establece un marco de trabajo enfocado en la articulación con La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que tiene el propósito de incorporar estas directrices y metas en las políticas nacionales a través de un plan de trabajo con cinco prioridades estratégicas centrales: el desarrollo social, la sostenibilidad ambiental, el desarrollo económico, la gobernanza democrática y la seguridad.

Las fuentes de los indicadores interagenciales usados en este perfil se pueden encontrar en este cuadro

Para obtener los datos más recientes sobre indicadores de salud para la Región de las Américas, asegúrese de visitar el portal de Indicadores Básicos de la OPS.